El pasado lunes el Parlamento Europeo reiniciaba su actividad tras el parón estival y, ayer mismo, la flota comunitaria afectada por el proyecto de la Comisión Europea (CE) de prohibir el arrastre para proteger especies de profundidad y ecosistemas marinos vulnerables retomaba su estrategia de presión ante las instituciones comunitarias para frenar tal intento. Entre la flota comunitaria está también la española a través de la patronal epsquera españlola Cepesca, representada por el armador vigués Iván López.

En tal estrategia de presión están continuas reuniones con los distintos grupos políticos del Parlamento Europeo para explicar los argumentos en que se basan las enmiendas presentadas por la propia flota al polémico reglamento. Todo ello antes de que mañana, jueves, se celebre en el propio Parlamento Europeo un acto interno en el que los armdaores podrán trasladar y detallat sus razones a quienes, en definitiva, tendrán que votar sus enmiendas en una sesión parlamentaria que aún carece de fecha concreta.

"Lo que intenamos es que se tenga la información clara y se conozcan los argumentos que nos llevan a oponernos a la sinrazón de prohibir un arte de pesca porque sí, partiendo de de la base de que no nos oponemos a las medidas de protección sino que discrepamos de la forma de lograr tal objetivo, que para nosotros es la regulación de la actividad y el diseño de un protocolo claro y unitario de actuación pero nunca la prohibición de un arte". Así lo señalaba ayer a este diario Iván López.

La pretensión de los armadores comunitarios es que la Comisión Europea desista de establecer una legislación propia para la pesca de profundidad y opte por asumir la de organismos internacionales a los que pertenece, como es NEAFC la organización inetrnacional que gestiona las pesquerías del Atlántico Noreste, donde se integra, por ejemplo el caladero de Gran Sol.

"Nuestras enmiendas van en esa dirección, es decir, que las reglas sean iguales para todos los que explotan los mismos caladeros, porque, de lo contrario, de aplicarse la pretensión de la CE, que solo afecta a los barcos comunitarios, podría darse en el futuro la circunstancia de que nosotros tengamos que marchar de una zona por no poder arrastrar mientras en ella quedan barcos de otra nacionalidad, noruegos por ejemplo, que sí pueden hacerlo y además, el producto de esa pesca que nosotros no podríamos realizar llegaría al mercado de la propia Unión Europea; un absurdo y una injusticia", detalló el portavoz de la flota, quien exige "normas efectivas y para todos en las mismas reglas y condiciones".

El planteamiento de la flota comunitaria, así, se sustenta en la regulación del uso de las artes de arrastre y enmalle de profundidad a partir de la determinación del denominado "protocolo de encuentro," es decir, indicaciones claras y unitarias de lo que debe hacer un barco ante la localización, durante su actividad, de de especies de profundidad protegidas o de ecosistemas vulnerables.

En ese caso, los buques estarían obligados a separarse de sa zona de pesca y a informar de tal "encuentro" para que, por parte de los científicos, se valore la situación para proteger los re c ursos vulnerables al arte pesquero.