Aunque las acciones de piratería en el Indico han bajado sustancialmente en el último año y la flota española que faena en esas aguas -en su mayor parte atuneros con tripulación gallega- acumula meses sin sobresaltos por esta amenaza, a partir de ahora y en las próximas semanas, todos los buques pesqueros van a permanecer "ojo avizor", es decir, van a mantenerse atentos, vigilantes y alerta ante la posibilidad de algún encuentro indeseado con los bucaneros somalíes, que se han convertido en una auténtica amenaza para su seguridad y la de todos los buques que pasan por esas aguas.

Es así como desde la flota atunera española que faena en el Indico se asegura que toca vivir a partir de ahora. Y ello porque es justo en este período del año cuando termina el monzón y el océano vive días de prolongadas "calmas", que favorecen la salida al mar de las embarcaciones de los piratas somalíes en busca de presas -buques y rehenes- por las que reclamar importantes cantidades de dinero.

Y ante tal situación, la veintena de pesqueros españoles o de capital español -en su práctica totalidad vascos- han recibido "recordatorios" para no relajar su vigilancia porque, aunque los protocolos de seguridad a bordo se mantienen durante todo el año, "la rutina es negativa y puede causar problemas y por eso es preciso mantener la tensión en la vigilancia", según señalaron ayer a este diario fuentes del sector.

Los buques pesqueros españoles llevan a bordo agentes de seguridad privada armados, que costean los propios armadores -en el caso de los vascos con ayuda del gobierno de su comunidad- después de que el Gobierno central decidiera suspender su aportación, que representaba el 25% del coste del servicio.

La vigilancia armada bordo se mantiene, pese a todo, intacta "porque ha funcionado perfectamente y ha evitado muchos problemas y nada va a cambiar", se indica desde la flota.

En los últimos meses, el sector y las autoridades implicadas en la seguridad de la navegación en la zona -como la misión militar "Atalanta" desplegada por la Unión Europea- han advertido que los grupos de piratas han modificado sus actuaciones y, así, indican que ahora se sitúan en zonas con menor protección, que suelen estar más al norte y, por tanto, más alejadas de las zonas en las que suele faenar la flota pesquera comunitaria.

La presión militar ejercida por las fuezas desplegadas en el Índico por la UE, la OTAN y países como Japón, Estados Unidos o Rusia se ha traducido en que el número de ataques piratas descendiese en los seis primeros meses de este año a mínimos históricos. Según los últimos datos de la Oficina Marítima Internacional (IMB, por sus siglas en inglés), los ataques de piratas cayeron más de un 88% en el primer semestre del año en aguas de Somalia, lo que convierte 2013 en el ejercicio con menor número de incidentes del último lustro. En concreto, según la IMB, este año solo se registraron 8 enfrentamientos en la zona, la menor cifra de los últimos años y muy lejos de los 69 ataques contabilizados el año pasado, de los 145 anotados en 2011, de los 100 de 2010 y de los 130 registrados en el año 2009. IMB atribuye el descenso ade los ataques o intentos de asalto piratas a las acciones internacionales y a la contratación de seguridad privada para los propios barcos.