La flota gallega del pulpo parece estar pasando por una de sus peores campañas. Los problemas para llegar a un acuerdo con la Xunta en el régimen de calado de las nasas tras abrirse la veda, la escasez del recurso y las bajas cotizaciones en lonja convirtieron el pasado junio en un mes "pésimo" para la flota cefalopodera gallega. Y así lo reflejan los datos de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca (Pescadegalicia) -dependiente de la Consellería do Mar-, que recogen que las subastas del cefalópodo en las dársenas gallegas cayeron un 43% el pasado junio en comparación con el mismo periodo del año anterior. Las rulas de la comunidad comercializaron 203 toneladas del producto frente a las 355 de 2012.

El enfrentamiento entre los naseiros y la Consellería do Mar a principios del pasado mes hizo que la campaña del pulpo se retrasase para la "gran mayoría" de los buques que participan en ella, que esperaron a llegar a un acuerdo con la Xunta para salir a faenar. "Eso es muy importante para el balance, ya que en la primera semana de campaña es cuando más se captura", explica el presidente de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega), José Luis Rodríguez.

Y es que entre el día 1 y el 7 del pasado julio, las lonjas gallegas comercializaron solamente 24 toneladas del recurso, cuando en el mismo período de 2012 esa cantidad ascendía a 129 toneladas, un 82% más. Pero el sector considera que la huelga de los naseiros no es el único motivo que justifica el mal arranque de la campaña. "En la segunda semana muchos compañeros cambiaron de arte de pesca por las imposiciones de la Xunta y por las bajas cotizaciones del pulpo", comenta Rodríguez. Esto, según él, explica la caída de las subastas en todas las lonjas de la comunidad.

Aún así, las dársenas gallegas que más pulpo comercializaron el pasado mes fueron la de Ribeira (40 toneladas), Vigo (34) y Bueu (21). En el caso de la lonja coruñesa, por su parte, las ventas del recurso cayeron casi un 77%, hasta las 7,5 toneladas.

Caída de los ingresos

Y el desplome de las ventas repercutió en los ingresos de los pósitos gallegos, que facturaron 866.213 euros por la venta de pulpo en julio, casi un 60% menos que en el mismo mes de 2012, cuando el importe ascendía a más de dos millones de euros. "Muchos armadores no veían rentable la campaña y se cambiaron de arte", justifica el presidente de Asoar-Armega.

Y es que el precio medio del cefalópodo registró un descenso del 30% en comparación con 2012, al pasar de 6,03 euros por kilo a solamente 4,26. "Los precios cayeron un montón y la Xunta no hace nada por evitarlo", critica Rodríguez. Según él, esta caída del precio medio se debe a la "invasión" de pulpo procedente de países como Portugal y Mauritania "que se vende como gallego".

"La Administración no hace ningún tipo de control y se está engañando al consumidor. Si la Xunta diferenciase el pulpo gallego del resto, se vendería muchísimo más y se revalorizaría el producto autóctono", explica el presidente de Asoar-Armega, que exige "mayor control" por parte de las autoridades.