El Instituto Tecnolóxico de Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) entiende que episodio de toxinas lipofílicas que aún afecta a las rías gallegas -el segundo del año- "ya tocó techo y esta semana y la anterior hemos visto que empiezan a haber descensos y mejorías en las zonas de producción y los indicios es que podemos ir abriendo más zonas paulatinamente". Así describió Covadonga Salgado, directora del Intecmar la evolución de la "marea roja" que mantiene cerrada buena parte de los polígonos de bateas de Galicia desde el pasado mes de julio.

"Los episodios de toxinas lipofílicas son muy comunes en Galicia y todos los años podemos tener dos o tres. Hasta ahí todo normal. Sin embargo, lo más destacado de los episodios de este año es que el primero empezó muy fuerte y afectó a un número muy elevado de zonas en muy poco tiempo y, este segundo, que afectó a todas las zonas. Concretamente, en la ría de Arousa, donde es muy raro que todos los polígonos lleguen a cerrase, en éste todos se han llegado a cerrar y además sí afectó a cuatro de las siete zonas de moluscos infaunales (bivalvos, como almeja o berberecho)", explica Covadonga Salgado.

Desde el Intecmar, encargado de los controles que permitan garantizar la llegada al mercado en perfectas condiciones del producto, se señaló como muy probable que la situación de las rías vuelva paulatinamente a la normalidad y los polígonos se vayan abriendo, como ya empieza a ocurrir desde hace unos días.

El sector afectado es el más interesado en que la toxina desaparezca. "Si hay cierres prolongados por polígonos mucho tiempo, se puede alterar el ciclo productivo y también la comercialización del producto", señala Francisco Alcalde, presidente del Consello regulador de "Mexillón de Galicia", quien también advierte de posibles pérdidas o reducción y paralización de actividades comercial, lo que se traduce en "una falta de ingresos que puede llevar a falta de liquidez en las empresas del sector y de la actividad del auxiliar".

Otras fuentes del sector indican, ante la posible reapertura de los polígonos de bateas, que "cuando se produce una apertura amplia y de golpe puede producirse una sobreoferta de producto en el mercado, con consecuencias negativas en el precio e y por tanto, en los ingresos de las familias que viven de esta actividad.

Durante los complicados meses de este año que lleva el sector, aunque no coinciden con los de mayores ventas del sector, los precios de venta del producto de zonas abiertas han oscilado, según las fuentes consultadas, entre 0,30 y 0,80 céntimos por kilo.

Peso económico

Un sector que genera alrededor de 15.000 empleos en Galicia y que puede facturar 120 millones de euros al año puede considerarse, por méritos propios, como uno de los pilares de la economía gallega. Esta industria es capaz de producir en sus más de 3.300 bateas fondeadas en las diferentes rías casi 300.000 toneladas anuales de producto.