Medio centenar de marineros de los barcos gallegos que faenaron en los caladeros de pulpo de Mauritania y miembros del sindicato CIG paralizaron a primera hora de la mañana de ayer la descarga de un mercante holandés atracado en el puerto de Vilagarcía. La comitiva tenía la sospecha de que el barco transportaba varios contenedores con pulpo congelado procedente de Mauritania y pescado por barcos chinos, y apuntó desde un principio que dejaría seguir con los trabajos de descarga siempre y cuando los depósitos con pulpo no tomasen tierra.

La concentración empezó sobre las 9.30 horas, y se levantó hacia las 11.30, cuando Xabier Aboi, de la CIG, dijo a los marineros que el Puerto y las empresas responsables de la actividad portuaria le habían garantizado que el barco no transportaba ningún contenedor con pulpo procedente de Mauritania.

Aboi afirma que no se puede permitir la descarga en Galicia de pulpo mauritano pescado por los chinos mientras la mayoría de los barcos gallegos tienen prohibido faenar en las aguas de ese país africano. Además, la protesta se produce cuando los pescadores gallegos están a punto de dejar de cobrar las ayudas de compensación ofrecidas por la Unión Europea tras el último acuerdo pesquero. Durante la protesta de ayer hubo momentos de gran tensión dialéctica, y fueron movilizados media docena de agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Portuaria, aunque al final los roces no fueron a más.