El Gobierno español dio ayer un paso significativo en plena polémica por las consecuencias del acuerdo pesquero firmado entre la UE y Mauritania y que se ha saldado con la expulsión de la flota cefalopodera -21 buques gallegos-, y el rechazo de las posibilidades de pesca que ofrece el acuerdo por parte de otras flotas, como la marisquera, en su mayor parte iontegrada por buques españoles, que no acuden al caladero por considerar inviables las condiciones y precios qestablecidos en el protocolo pesquero. La traducción de esta situación es que está en uso menos del 15% de las posibilidades de pesca. Y mientras las instituciones comunitarias deciden si el pacto se ratifica en sus actuales condiciones, en contra del criterio del sector y la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, el Gobierno español tomó ayer una decisión singular, que parece sonar a amenaza e incluso a aviso de cara al futuro.

Y es que el Consejo de Ministros decidió ayer, ante el "cambio de las circunstancias pesqueras" en el país africano revocar la subvención de 2,4 millones de euros que aportaba a Mauritania, a través de su Ministerio de Pesca y Economía Marítima, para apoyar los niveles de formación marítima y pesquera en la Escuela Nacional de Enseñanza de Pesca de Mauritania, ubicada en Nuadibou, el principal puerto pesquero del país y hasta la firma del protocolo con la UE, la base de operaciones de la flota española en la zona.

Con estos fondos, España contribuía "a la mejora de la capacitación y empleabilidad de los jóvenes mauritanos" para "adaptarse a los requerimientos de la industria pesquera moderna", lo que les capacitaba para enrolarse en los buques españoles y comunitarios.

En la explicación de su decisión, el Gobierno español señalaba ayer que, tras ser concedida la ayuda, en los últimos meses se ha producido una significativa desaparición de barcos europeos en el caladero que pudiera absorber a marineros mauritanos cualificados y también la actividad en puerto frente a la prevista inicialmente. "Este cambio radical de circunstancias hace inviable la contratación de marineros mauritanos y, en consecuencia, supone que no haya necesidad de capacitación en puestos de trabajo derivados de la actividad pesquera", señala el Gobierno en su referencia al asunto tras el Consejo de Ministros.

El Ejecutivo español comunicó el pasado mes de marzo a Mauritania que, al haberse producido un cambio significativo en las circunstancias que auspiciaron la concesión de la subvención, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) iba a iniciar el procedimiento para revocar la citada subvención.