La de la flota española de Gran Sol, mayoritariamente gallega, es la historia de un constante goteo que lleva camino de dejarla en una escuálida sombra de lo que fue. Y es que al cabo del cuarto de siglo largo transcurrido desde la entrada de España en la Unión Europea, en 1986, aquella "flota de los 300" que se afanaba en los caladeros comunitarios, al cierre de 2013 más que probablemente, según el sector, se quedará por debajo de la barrera "psicológica y algo más" de los 100 buques operativos. Pero además, según estimaciones de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), en 2015 no se superarán los 84 barcos españoles en Gran Sol.

En la actualidad la flota española que faena en aguas comunitarias no españolas la componen ya solo 111 buques. Galicia aporta a ese censo 91 unidades, seis menos que un año antes y un 34,5% por debajo de las 139 que sumaba hace solo cinco años. Y lejos de detenerse esta suerte de hemorragia pesquera, para este año la previsión es que se mantenga, sobre todo por la vía de las ayudas a la reestructuración de la flota tanto en Galicia como en otras comunidades. El sector da por hecho que, como en los anteriores, en Galicia desaparezcan este año varios gransoleros, cuando concluya la convocatoria de ayudas al desguace que tiene abierta la Consellería do Medio Rural e do Mar y que ha suscitado un gran interés en la flota.

Solo en Vigo las solicitudes suman ya ocho, a las que se unen las que puedan proceder de puertos como A Coruña o Burela, y las cuatro que tramita, Celeiro, según datos facilitados por el propio sector, que achaca a la escasez de cuotas la primera razón para la constante merma de buques en activo, sumada a dificultades como el incremento de los costes de explotación especialmente por el combustible, la falta de financiación o la caída de los precios.

Ello hace que, al margen de optar por la vía del desguace, otros empresarios cesen en la actividad o, como en el caso de Vigo, otros se abanderen en otro país comunitarios -Irlanda, Reino Unido o Francia- para acceder a mayores posibilidades de cuota. En tal situación están media docena de buques vigueses.

Desde Anasol, Hugo González, el responsable de la asociación que agrupa a la flota de Gran Sol adscrita a la Cooperativa de Armadores de Vigo -aunque integra también algunos buques de puertos como Marín, A Coruña, Burela o Celeiro-, señalaba ayer a este diario que "más que porbablemente" este año la flota española de Gran Sol se quede por debajo de los 100 buques y apuntaba la trascendencia social de esa merma.

"La traducción es sencilla: unos 3.500 empleos menos y la cifra sale de comparar los 4.500 tripulantes de los 300 barcos españoles de la flota española de Gran Sol en 1986 al millar de empleos en cien barcos y eso debería hacer pensar a la Administración del Estado en qué se está haciendo con esta flota".

Mientras, desde Celeiro, el portavoz de los armadores, Jesús Lourido, comparte la idea de que este año la flota española de Gran Sol quedará por debajo de los 100 buques aunque señala que "tal vez ya estamos por debajo en barcos operativos, es decir, faenando" porque algunos aunque figuren de alta en los registros oficiales la realidad los describe como inactivos.

Lourido concreta que en su puerto se están tramitando cuatro expedientes -dos palangreros y dos arrastreros- para lograr ayudas al desguace que convoca la Xunta. Cosa diferente es que lo logren "porque este año hay mucha competencia" para lograr parte de los 9,5 millones consignados, que el sector espera que puedan ser ampliados o reajustados para dar entrada a más solicitantes.