El mejillón procedente de Galicia ya puede comercializarse en Francia al decidir las autoridades galas levantar la prohibición que pesaba sobre el producto gallego desde el pasado 12 de abril tras la alerta sanitaria decretada en el país vecino al detectarse algunos casos de intoxicaciones atribuidas en un primer momento al molusco de las rías gallegas. La propia Consellería do Medio Rural e do Mar comunicó ayer por la tarde el levantamiento de la prohibición, aunque también señaló que se mantiene la alerta sanitaria, que en un principio también dio por anulada.

Las autoridades sanitarias francesas no han podido demostrar analíticamente que los casos de intoxicación hayan estado provocados por mejillones gallegos y por ello han levantado la prohibición de comercializar este molusco bivalvo, según trasladó la Xunta aludiendo al mensaje trasladado por los Ministerios de Agricultura y Sanidad de ese país, que también han informado de que "la causa que motivó la alerta ya no existe" y esta es la razón por la que el veto queda sin efecto.

A mediados de este mes de abril, el Gobierno francés ordenó la retirada del mercado de las partidas de mejillón procedente de Galicia adquiridas a partir del 25 de marzo (Semana Santa) después de registrar varios casos de intoxicaciones con síntomas de gastroenteritis. Los ministerios franceses de Agricultura y Sanidad pidieron entonces a a los consumidores deshacerse del producto ante la posibilidad de que tuviese presencia de biotoxinas, que en ese momento mantenían cerradas los polígonos bateeiros de Galicia. Sin embargo, días después se descartó que tales intoxicaciones tuvieran relación con las biotoxinas y las propias autoridades galas señalaron agentes patógenos y no biotoxinas en el origen de la veintena de casos de diarreas que dieron lugar a la alerta sanitaria, según trasladó la Xunta de Galicia.

La propia Consellería do Medio Rural e do Mar insistía ayer en la calidad y fiabilidad de los controles que se realizan en Galicia para garantizar la calidad y salubridad de la producción mejillonera y marisquera. Es la misma postura que el departamento autonómico viene manteniendo desde el inicio de este episodio. Además, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan) y de la red comunitaria de alertas sanitarias, comprobó que las líneas de investigación remitían a partidas de productos depuradas en instalaciones situadas fuera de la comunidad.

En concreto, una de las líneas se refería a una depuradora de Cataluña y, otra, a varias instalaciones de depuración francesas. Esta hipótesis se vio reforzada cuando Francia rectificó y, en lugar de a las biotoxinas, achacó a agentes patógenos la causa de las intoxicaciones.

El pasado viernes, en un desayuno informativo, la responsable gallega en materia pesquera, Rosa Quintana, exigió explicaciones a Francia y acusó al país galo de "querer tapar sus carencias a costa de las virtudes" del sistema de control gallego -que desarrolla el Intecmar- y de todo el sector productor de mejillón, del que alabó su "responsabilidad".

Entre el sector afectado, ayer el levantamiento de la prohibición gala para comercializar mejillón gallego fue recibida con actitudes diversas.

Desde el Consello Regulador de la Denominación de Orixe Mexillón de Galicia, su presidente, Francisco Alcalde, declinaba dar su opinión al respecto a la espera de disponer de una información y una comunicación oficiales de las que dijo carecer.

El mismo desconocimiento sobre la nueva situación desde la asociación Illa de Arousa, mientras que desde la de "Virxe do Rosario ", de Vilaxoán, su presidente, Javier Blanco, recordaba que ya desde el pasado lunes "se estaba a la espera" del levantamiento de la prohibición.

"Los franceses nos la jugaron y ahora está bien que se levante el veto; estas alertas siempre son malas", señalaba Blanco, quien recordaba que aunque las ventas en Francia son en la actualidad escasas y el mejillón en espera de entrar en aquel mercado "no es mucho, a ver si a partir de ahora la cosa cambia y esto repunta un poco".