La posibilidad de volver en breve plazo de tiempo al caladero de Mauritania se antoja lejana para la flota cefalopodera gallega, cuya veintena de buques sigue amarrada desde agosto, desde que el nuevo acuerdo entre la UE y el país africano la excluyó del caladero. Ayer mismo, el sector fue convocado en la Secretaría General de Pesca para recibir información de las reuniones que el comité científico bilateral (UE-Mauritania) celebró en la localidad francesa de Rennes la semana pasada y en el que se valoró el estudio científico sobre el pulpo que elaboró el Instituto Español de Oceanografía, así como los datos de los expertos del país africano.

Pese a que desde el Ministerio de señaló que tal comité bilateral "deja la puerta abierta a la explotación del pulpo", desde el sector tal puerta no pasa de "ventanuco", ligado a la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión del recurso -con zonas y épocas de veda- para valorar su evolución.

Según el Ministerio, el Comité confirmó "una reducción constante del esfuerzo, en particular desde 2002, así como un alza significativa de la captura por unidad de esfuerzo (CPUE) desde 1995 y, en particular, en 2011 y 2012". También, que según la evaluación llevada a cabo por el Instituto Científico Mauritano (Imrop), "la mortalidad por pesca del stock de pulpo en estos momentos es compatible con el rendimiento máximo sostenible", aunque con el matiz de que "la flota europea se encuentra ausente del caladero". Los dos elementos anteriores, señala el Ministerio, "llevan a contemplar con una perspectiva positiva la evolución de la biomasa de pulpo y la disponibilidad de un excedente para la captura de la flota europea". Así, para el Ministerio, el Comité "ha abierto la puerta" al estudio de un modelo de gestión basado en vedas espacio-temporales, elaborado por los científicos españoles, "que permitiría incrementar de manera muy significativa los rendimientos futuros de la pesquería". Y, en la aplicación de dicho modelo, será necesaria la realización de campañas para estimar la abundancia de los reclutamientos y de su distribución espacial, en las que podrían participar buques europeos, para lo que el Comité solicitó la colaboración del IEO y el Ministerio avanzó que "trabajará por una puesta en marcha rápida del protocolo experimental".

Por su parte, la flota, según Francisco Freire, presidente de Anacef, rechaza "absolutamente" la resolución del Comité Científico, integrado por "una mayoría de mauritanos en los que creemos que pesan más los criterios políticos que los científicos". Así, niega Freire la "leve sobreexplotación" del recurso a que se alude y para ello recuerda que "nos consta y ha quedado acreditado que en los últimos dos años estuvo en las mejores condiciones de los últimos 15 años".

Sobre el nuevo modelo de gestión abogan por realizarlo pero "con toda la flota operativa allí" y lamentan que hayan tenido que pasar ocho meses de amarre para que se abra una posibilidad que "ni se sabe cuánto tardará ni qué resultados tendrá". Es por ello que, aun reconociendo el derecho de Mauritania a gestionar sus recursos como mejor le convenga, el sector defiende que la actitud de Bruselas no debe ser otra que denunciar el acuerdo suscrito el pasado año por su "escandalosa infrautilización" (15%) y con un alto coste económico (70 millones).