Las pesquerías de especies pelágicas, comocaballa, jurel, sardina o anchoa, que se realizan en aguas atlánticas occidentales de la UE y en las que participa la flota gallega fueron sometidas el año pasado a un exhaustivo control por parte de la Agencia Europea de Control de la Pesca (AECP), desde cuya sede viguesa se coordina el operativo de control que, con enfoque regional, pretende garantizar el cumplimiento de las normas pesqueras, tanto en el mar como en tierra.

Los pescadores afectados ya conocían e incluso se quejaron de la insistencia de los controles de que fueron objeto por parte de inspectores de una docena de países pero los datos del balance de la AECP referidos a 2012 y aprobados en su último Consejo de Administración -el pasado martes- parecen corroborar la impresión del sector. Y es que del informe de 2012 se desprende que las inspecciones a estas pesquerías sumaron 365 días el pasado año, cuando se detectaron un total de 127 infracciones y un ratio de infracción por inspección del 7%. La AECP no ofrece datos por países de tales infracciones.

La cantidad de faltas detectadas es sensiblemente inferior a la del año anterior, que se saldó con 12 infracciones, aunque es preciso matizar que el plan de despliegue establecido para estas pesquerías comenzó a aplicarse en el último trimestre del año.

Por lo que respecta a los controles cooordinados por la AECP en el resto de caladeros en que opera la flota gallega -Nafo y Gran Sol- los datos aportados por el organismo comunitario señalan que en 2012 se registraron en el caladero del Atlántico Noroccidental inspecciones durante 147 días, que se saldaron con 3 infracciones, frente a las dos faltas anotadas el año anterior. En este caso el ratio infracciones/inspección fue del 6,4%.

Mientras, en aguas de Gran Sol los controles sumaron 199 días y el resultado fueron 13 infracciones detectadas, también en este caso solo una más que en el año 2011. Este caladero refleja un ratio de infracciones por inspección del 13,1%.

En el global de los planes de control coordinados por la Agencia comunitaria en 2012, el total de días de inspeción sumó 1.568, durante los que se realizaron casi 3.000 inspecciones en el mar y algo más de 6.000 en tierra, lo que representa más de 9.000 controles en todo el año (algo menos que el año anterior, cuando sumaron casi 10.000).

El número total de infracciones constatadas el año pasado alcanzó las 534, una cifra similar a la de 2011. Las faltas, a tenor de los datos aportados por la AECP, se distribuyeron casi a partes iguales en el mar y tierra, es decir, 268 en el mar y 266 en tierra, con un ratio de infracción por inspección de 0,06.