La conselleira do Mar, Rosa Quintana, no echa mano de eufemismos para calificar el informe aprobado por el Europarlamento, que prohibe arrojar pescado al mar a partir del 1 de enero de 2017.

-El sector pesquero gallego está muy disgustado. No es una buena noticia la que nos ha llegado de Estrasburgo, conselleira.

-Desde luego que no es una buena noticia, en absoluto. Nosotros todavía no hemos tenido acceso al documento final aprobado por el Parlamento, fíjese que la propia ponente (por Ulrike Rodust, autora del informe marco de la Política Pesquera) se hizo 100 enmiendas a sí misma, así que es un texto definitivo muy complejo. Hemos recibido las noticias con mucho disgusto.

-El trabajo del Ministerio fue, de nuevo, arduo. ¿Por qué no dio resultado?

-El Ministerio había hecho un grandísimo trabajo explicando a todos los eurodiputados el problema que suponía para nosotros la prohibición total de los descartes. Y ya ve, nos encontramos con que el eurodiputado gallego Antolín Sánchez Presedo (PSOE) votó en contra de la enmienda de Carmen Fraga (que solicitaba un calendario gradual para la implantación de los descartes cero), lo cual es tremendamente decepcionante. Hoy (por ayer) hablé con el secretario general de Pesca y estamos de acuerdo en que no tiramos la toalla, tenemos que renegociar y aún hay plazo para hacerlo.

-El Consejo de Ministros había llegado a un acuerdo político para suavizar la propuesta de la Comisión Europea...

-Eso lo tenemos, tenemos ese acuerdo político alcanzado con los Veintisiete. La propia comisaria de Pesca, María Damanaki, reconoció entonces que España no podía salir tan perjudicada de la prohibición total de los descartes, y resulta que nuestra flota es, con diferencia, la que más va a sufrir con esto. Y yo soy una persona optimista, así que confío en el trabajo para cambiar esta situación.

-¿Cuál es el paso que van a dar ahora?

-Ahora tenemos que volver a negociar los Veintisiete en el Consejo, donde llevaremos a debate el documento aprobado por el Parlamento europeo. A partir de ahí debemos negociar directamente con Irlanda (ostenta la presidencia de turno de la UE este semestre) y queda el trílogo. Lo que recoge el informe es decepcionante sobre los descartes, eso hay que dejarlo claro.

-¿Qué argumentos van a exponer? En la negociación de las cuotas se logró tumbar la propuesta de la Comisión con datos científicos.

-Usted piense en la flota de Gran Sol, que se dirige a la merluza fundamentalmente, pero puede faenar especies accesorias que se degradan rápidamente. ¿Tienen los barcos que llenar sus bodegas con pescados que deberán destruir al llegar a puerto? Tenemos argumentos de sobra, sobre todo en pesquerías multiespecíficas.

-Algo me ha dicho ya sobre el voto del señor Sánchez Presedo, pero quería volver a preguntarle por su voto en contra de la enmienda de Carmen Fraga.

-No se entiende. La semana pasada el secretario general de Pesca habló con todos los eurodiputados, a los que les explicó las consecuencias que tendría el veto a los descartes para nuestra flota, y todos lo entendieron. El voto de Antolín (Sánchez Presedo) no lo puedo explicar yo.

-¿Qué le dice entonces a la flota?

-Le digo que no vamos a tirar la toalla, que vamos a pelear por lo que nos corresponde con el mismo ímpetu y fuerza como hemos hecho hasta ahora. El ministro tiene todos los argumentos para exponer nuestra problemática a la presidencia irlandesa, necesitamos que la Unión Europea entienda que esto acaba de hundir a la flota española, y el Gobierno de España no va a permitirlo. Toca paciencia y trabajo.