Nadie que no forme parte del círculo más íntimo de Abel Caballero conoce su predilección por el zumo de melocotón. Es su gasolina para aguantar jornadas maratonianas con trabajo institucional y una apretada agenda de campaña. Contra todo pronóstico, el candidato socialista asegura que no le hace demasiada gracia el agua y que es zumo la bebida que nunca falta en su nevera. "Bebo muchísimo. Es un producto imprescindible en mi cesta de la compra. Lo tomo por las mañanas y también a media tarde si tengo un momento de tranquilidad en casa", confiesa.
Los días que se queda a comer en el Concello Abel Caballero opta por una Coca Cola para que le ayude a mantener el ritmo y si almuerza con alguien es habitual que pida una cerveza sin alcohol. "Apenas bebo. Una copa de vino en alguna comida o cena, pero de forma muy ocasional", reconoce el candidato del PSOE.
Cuando se le pregunta por su móvil personal y las aplicaciones que más utiliza se sonríe, porque tiene su Samsung casi de paquete. "Cambié el anterior para disponer de una pantalla más grande, pero solo tengo los programas que me venían instalados y el Facebook, aunque apenas lo uso en el móvil", explica Caballero en un descanso de la campaña. El móvil se ha convertido en una de sus herramientas "imprescindibles" de trabajo y le saca partido como reloj y agenda. "Esa es su principal virtud y de la máxima importancia. Así no me olvido de las cosas", relata Caballero, quien añade que lo consulta "a menudo para leer los periódicos por internet a lo largo del día". La calculadora la tiene en el escritorio preparada para el día 24-M. "La usaré para contar los votos", bromea con su terminal en la mano, un modelo de hace tres años en el que guarda con mimo una fotografía de las Cíes tomada desde Praza do Rei y una instantánea con su mujer, Cristina.
