Ana Abad de Larriva / VIGO

Vestido nuevo, champán y cotillones. La ciudad piensa ya en la noche de fin de año. Pero, a sólo cuatro días de tan mágica fecha, la Dirección de Interior de la Xunta sólo ha recibido y autorizado la apertura de dos fiestas privadas y una de ampliación de horarios. José Manuel Magaz, presidente de la Federación Provincial de Hostelería anuncia muchas celebraciones ilegales para esta Nochevieja y la Federación Gallega de Empresarios de Salas de Espectáculos y Discotecas (FESDIGA) hace una estimación de 300. Su presidente, Samuel Posada, explica que "hay muchos locales que tendrían que tramitar las solicitudes y que, aunque probablemente, las conseguirían, no lo hacen por comodidad".

Posada también alerta de los peligros de las fiestas ilegales: "las más preocupantes son las asociaciones que, sin licencia alguna y sin locales acondicionados, deciden celebrar una fiesta. Carecen de equipos de extracción de humos, de salidas de emergencia y de sistemas de control de incendios, lo que podría ocasionar una desgracia".

Por eso insiste de la necesidad tanto de denunciar con antelación aquellas fiestas privadas que carezcan de permisos como de que se haga un control por parte de la Policía: "La federación no puede denunciar todas las fiestas; por eso hemos solicitado un plan de actuación policial".