Enjaulados, rodeados de excrementos, sin ventilación y con un fuerte olor a orina. En esta insalubre situación vive casi un centenar de animales hacinados en una vivienda en O Freixo (Valladares). El Seprona ha denunciado estos hechos después de que la Asociación Protectora de Animales "Agata" elevara esta queja a las autoridades el pasado mes de marzo. "Hay aproximadamente 50 gatos y 20 perros en deficientes condiciones de salubridad", se describe en la denuncia.

La Concejalía de Medio Ambiente trabaja ahora en este caso. Tras realizar una inspección exterior de la vivienda -la propietaria, M.F.A., no permitió acceder al personal municipal ni policial en ningún momento- en el Concello esperan que una autorización judicial permita a los inspectores municipales acceder a la casa y desalojar los animales que se encuentran en su interior y poder trasladarlos a la Protectora de Animales.

"Por la zona merodean gatos, gran cantidad de moscas, hay un olor nauseabundo y se puenden oir ladridos de perros encerrados en el interior de la casa", se recoge en uno de los informe realizados por la Policía Local, que se presentó en el domicilio de la denunciada el pasado mes de julio.

"Están en jaulas vivos, en zulos, torturados, con síntomas de lesiones producidas aparentemente por hallarse en jaulas transportines muy pequeños. La citada vivienda no reúne condiciones higiénico sanitarias, tanto para animales como para la persona que vive allí, toda vez que convive con los animales vivos y muertos, basura y excrementos", describen los denunciantes.

Sanción

La propietaria del inmueble se enfrenta a una multa de 150 euros por no mantener los animales en buenas condiciones higiénico-sanitarias, tenerlos en instalaciones inadecuadas, no facilitarles la alimentación adecuada a sus necesidades y por poseer animales no censados ni identificados.

"Animal que ve, animal que recoge. Los vecinos no paran de quejarse y por ahora todo sigue igual. No hay quien pase por al lado de la casa. Está lleno de moscas y huele muy mal", se quejan los vecinos de la zona.

Una situación que lleva sin solución hace más de tres años. En la resolución del procedimiento sancionador se recoge como una trabajadora del Servicio Municipal de Benestar Social -que acudió a la vivienda en el año 2004 después de que su propietaria solicitara el servicio de ayuda en el hogar- se percató de que ésta no reunía las condiciones higiénico-sanitarias y constató la existencia de multitud de animales en jaulas en distintos lugares de la vivienda, salón y baño. Consta además, que la propia denunciada manifestó a la asistenta social que en su casa tenía unos cien animales entre perros y gatos.