La represión en la época franquista sigue centrando estudios. Pero en esta ocasión, lejos de ser una investigación a cargo de un historiador particular o de un colectivo de recuperación de la memoria histórica, son las tres Universidades gallegas las que elaboran el trabajo "As vítimas, os nomes, as voces e lugares", que pretende elaborar un mapa con los nombres de los afectados y los lugares de los fusilamientos entre 1936 y 1939. Para ello, recogen los testimonios de 300 personas en las cuatro provincias. El historiador Dionisio Pereira es el coordinador del estudio en Pontevedra.

- ¿Qué metodología emplean en la investigación?

- Es un trabajo sistemático dividido por provincias. En Pontevedra se realizan 100 entrevistas, al igual que en A Coruña. En Lugo y Ourense, se hacen 50. También se acude al Archivo Militar y al apartado bibliográfico y documentación civil. Posteriormente se dará el listado definitivo que permitirá calibrar la terrible represión sufrida en Galicia.

- ¿De cuánta gente se podría estar hablando?

- Nunca sabremos con exactitud cuántas personas sufrieron la represión. Pero teniendo en cuenta que hablamos de mínimos, serían unas 8.000 personas en toda Galicia, 2.000 de ellas en la provincia de Pontevedra.

- ¿Hay alguna zona especialmente dura en cuanto a la represión en la provincia?

- Claramente Vigo, que, junto con Ferrol, fueron los lugares con una represión más dura en Galicia. Y dentro de la ciudad olívica, Lavadores. Quizás fuera por la resistencia durante los primeros días, por la implantación de las Sociedades Agrarias o porque había muchos obreros afiliados a sindicatos, como UGT o la CNT, o al Partido Comunista. Además, hubo también muchas mujeres represaliadas. Otro lugar negro fue la zona de Tui y A Guardia, donde no sólo se registraron hechos terribles sino que también se abrió el campo de concentración de Camposancos, desde donde salieron para ser fusilados muchos hombres, no sólo gallegos, sino también procedentes del norte de España.

- ¿Qué importancia tiene para la historia recuperar estos datos y darlos a conocer?

- Es decisivo conservar la memoria y conocer la dureza de la represión y el dolor que generó. Además, recordar implica un acto de justicia mientras que olvidar supone lo contrario. Y hay que dejar claro que no hay ningún afán vengativo, sino simplemente queremos que haya el derecho a saber. Queremos construir una conciencia colectiva contra el fascismo y que algo así no se vuelva a repetir.

- ¿Y por qué se tardó tanto tiempo en empezar la recuperación de la memoria?

- En Galicia vamos con retraso porque gobernó la derecha. Las cosas son como son, pero el PP no tendría que sentirse señalado porque no son herederos del franquismo al igual que la derecha europea no es heredera del nazismo.

- ¿Cuáles son los motivos de que buena parte de los investigadores sean jóvenes?

- Hubo una generación a la que no se le contó nada por miedo, por no sufrir o por evitar problemas. Pero los nietos quieren saber y urge porque cada día tenemos menos testigos directos de la represión.