El cuerpo sin vida de Domingo del Campo, un vecino de la parroquia de San Miguel de Oia, que había desaparecido el domingo por la tarde, fue encontrado ayer en un descampado situado a dos kilómetros de su casa y sin signos aparentes de violencia. Al cuerpo le fue practicada la autopsia y, todo apunta a que falleció de muerte natural.

La familia del anciano, acompañada por amigos y familiares, emprendió su búsqueda apenas una hora después de que se le viera por última vez. Domingo del Campo salió el domingo, como todos los días tras dormir la siesta, a un bar que dista unos 200 metros de su domicilio. Solía regresar a las 7 de la tarde, por lo que a las 8 sus hijas y sus nietas ya dieron la voz de alarma.

En el bar les aseguraron que se había marchado a la misma hora de siempre, por lo que salieron a buscarle por las inmediaciones de su casa, pues el hombre arrastraba los pies al andar, caminaba muy despacito y se apoyaba en un bastón.

Sus hijas denunciaron su desaparición ante la policía aquella misma noche, temerosas de que hubiera sufrido algún accidente, ya que "aunque tiene los achaques lógicos de su edad y algunos problemas respiratorios, nunca ha tenido problemas de cabeza", según explicaba su nieta.

Ante la falta de noticias y con indicaciones de vecinos que le vieron pasar en sentido opuesto, ampliaron el perímetro de búsqueda. Las batidas se prolongaron toda la noche del domingo, y ayer sus familiares ya repartieron carteles con una fotografía de Domingo del Campo.

A última hora de la tarde de ayer dos de las hijas del fallecido y varios amigos encontraban el cuerpo sin vida del anciano en un descampado. Estaba a unos dos kilómetros de su casa, por lo que temen que el hombre sufrió algún tipo de desorientación al salir del bar y en vez del tomar el camino de su domicilio, se dirigió al lado opuesto.

El hallazgo del cadáver causó honda consternación entre familiares, amigos y vecinos, si bien algunos de ellos agradecían haberlo encontrado. "No hubiéramos podido con otra noche de búsqueda como la de ayer", aseguraban.

Búsqueda sin éxito

Y es que el hecho de que la desaparición tuviera lugar un domingo por la tarde dificultó la búsqueda. "La tienda de al lado de casa que está siempre muy concurrida se encontraba cerrada, y por la calle no había ni un alma. No encontrábamos a nadie a quien preguntar si lo habían visto por toda la parroquia. La recorrimos toda llamándole y buscándole, pero no tuvimos éxito", explican consternados allegados y vecinos.

El suceso causó gran pesar en San Miguel de Oia, especialmente en el lugar de Xenra de Arriba, donde residía el anciano con su familia y donde inicialmente se centró el grueso de la búsqueda.