La construcción de unas escaleras de nuevo diseño para facilitar el acceso a la plaza de Portugal desde la calle Uruguay y la reubicación de las antiguas, desmontadas hace unos treinta años, para enlazar la calle Venezuela y la Ronda de Don Bosco ha abierto el debate sobre los edificios notables y los elementos arquitectónicos de interés que han desaparecido.

Destaca, entre ellos, el palco de la alameda, diseñado por Rodríguez Sesmero y que, construido por Sanjurjo Badía en la Industriosa, constituyó durante años el principal elemento referencial del que era el jardín central de la ciudad. Un hermano gemelo sigue en pie en pleno centro de Tui, para envidia de los nostálgicos.

También en la memoria de los vigueses permanece vivo el recuerdo de la fuente luminosa donada por Cesáreo González y que presidía la plaza de España. Fue desmontada para poner en su lugar el monumento a Los Caballos y el que el vaso fuera de hormigón revestido en piedra y la ausencia de planos impidió su reconstrucción en otra zona de la ciudad, a pesar de que fueron varios los colectivos que lo reclamaron durante años. El mecanismo, diseñado por el ingeniero catalán Bohígas, acabó a la intemperie en el parque de maquinaria de Santa Cristina hasta que fue vendido al peso hace unos años como chatarra.

Si como muestra de elementos desaparecidos bastan esos dos ejemplos, la nómina de edificios de interés es mucho más amplia. Desde el aún llorado por muchos Rubira, en el cruce de Colón y García Barbón, donde se levanta la insulsa sede central del BBVA - y cuyas trabajadas piedras de lo que fue considerado un monumento a la cantería local estuvieron tiradas durante años en un descampado de Reboreda, hasta el mercado de A Laxe, la Villa de París, El Zapato Inglés o la capilla de Santa Rita, derribada en los primeros años sesenta para construir lo que hoy es la iglesia de San José Obrero.

Jaime Garrido, en su libro "Vigo, la ciudad que se perdió" hace también una referencia expresa a la arquitectura "mutilada y degradada que afecta a muchas de las más bellas construcciones del centro de la ciudad por los apeos y eliminaciones de las plantas bajas para abrir escaparates de locales comerciales".