Los trabajadores de Transportes Souto, hasta hace unos meses el mayor transportista de la automoción gallega -ahora en liquidación-, ya no pueden más. Después de cuatro meses sin cobrar tras el cese de actividad de la compañía, ahora la administración concursal les obliga a sufragarse el viaje y la estancia en Madrid durante la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción que les permitirá acceder a los pagos del Fogasa, según alertaron fuentes de CC OO, que califican de "inconcebible, inmoral e innecesaria esta actitud".

"Los trabajadores no podemos asumir estos costes y demandamos que se adelanten los fondos, que nos los remitan como consideren y una vez en la reunión se entregarán los justificantes de los gastos pertinentes", aseguran.

El Juzgado de lo Mercantil nº2 de Pontevedra declaró el pasado abril la disolución de Souto, con sede en Mos, con 43 delegaciones en España, mayoritariamente, y Portugal, y 650 trabajadores directos -cerca de 80 en la comarca-, aparte de autónomos y pymes subcontratadas que prestaban servicios para Gefco.