Aena hace valer su condición de propietaria de los terrenos del aeropuerto de Peinador por los que pagó siete millones de euros a la comunidad de montes de Cabral tras una larga negociación que provocada por un litigio judicial favorable a los vecinos concluyó en 2011. En virtud de este acuerdo, la dirección de la terminal viguesa ha obligado a los comuneros a restaurar a su estado original la parcela del antiguo hangar del Aero Club. Ubicada en un extremo de la fachada del nuevo edificio aeroportuario, la nave llevaba tiempo vacía y sin utilizar. Tampoco los responsables de la entidad gestora del campo de golf, que también pagaban por ella a la comunidad de montes, tenían interés en mantenerla al perder esa masa de afiliados que en su día justificaba la disposición de una sede para la práctica y formación de pilotos. De momento el gestor aeropuerto no ha decidido qué uso dará a los 600 metros cuadrados que gana de superficie.
El desmantelamiento de la instalación comenzó hace un par de semanas y ayer apenas quedaba nada de un hangar cuyo antigüedad y falta de mantenimiento distorsionaba con el aspecto moderno que ofrece la edificación ampliada del aeropuerto. "Desde la expropiación pactada con Aena hace siete años que ya no éramos los titulares de ese hangar, así que están en su derecho a obligarnos a retirarla", explica el presidente de los comuneros, Luis Rodríguez.
Aunque lucía en la fachada el nombre del Aero Club, esta entidad hace mucho tiempo que no la utilizaba. Según Rodríguez, la "realquilaban" a su vez a una empresa dedicada a vuelos turísticos y práctica de vuelos. Pero en el reciente acuerdo alcanzado entre los comuneros y el Aeroclub, sustanciado en la cesión durante 30 años de la superficie del campo de golf, los directivos ya había expresado su desinterés por seguir pagando la renta por el hangar. "No tenía ningún sentido para nosotros. Hace años sí, pero hora ahora no tenemos socios pilotos", apunta Luis Gonzaga, presidente del Aero Club.
Ante la imposibilidad de continuar sacándole un rendimiento económico, en este caso los comuneros no pusieron ningún impedimento a la exigencia de Aena y sin más dilación iniciaron el desmontaje de la estructura. Una operación realizada de manera que la instalación, de diez metros de altura, pueda volver utilizarse. Sobre su futuro destino, el presidente de los comuneros evita dar detalles: "Ya se verá", se limitó a decir en tono enigmático.
Desde Aena valoran la posesión efectiva de la parcela ocupada por el hangar como una consecuencia "natural" de la gestión de su ámbito en propiedad. Suma en torno a los 600 m2 estratégicamente emplazados entre el nuevo edificio terminal de pasajeros y el de carga. Sin embargo, todo apunta a que permanecerá bastante igual que la dejan ahora los comuneros. Desde el gestor aeropuerto reconocen que la superficie "no tiene todavía un uso decidido" quedando reservada para "el futuro crecimiento del aeropuerto".
Por el acuerdo con Aena que los comuneros aprobaron en una asamblea celebrada el 14 de diciembre de 2010, la comunidad de montes de Cabral recibió 7,2 millones de euros, el valor total de los 242.000 m2 expropiados a razón de 30 euros el metros cuadrado. Desde entonces se acabó la tensa relación que mantuvieron durante 12 años ambas partes, como prueba ahora la reacción de los comuneros ante la orden de retirar el hangar. "Ahora son los propietarios", zanja su presidente.
