Desde que sus buques usan en exclusiva la rampa flotante, Suardiaz logró captar un flujo de mercancías que hasta ese momento se le resistía, el de las piezas voluminosas. Ahora ya no son excepcionales en sus bodegas estructuras como palas eólicas de fabricantes lusos o secciones para la industria minera de Citic Censa. La movilidad de la plataforma permite cargarlas en cualquier condición de marea mientras que en una rampa fija esta misma maniobra se complica. De ahí que otro de los motivos del cierre del muelle de la autopista del mar que más preocupaban a Suardiaz era el riesgo de perder a estos clientes.