La inoperatividad temporal de la rampa 7 supone un serio contratiempo para la armadora Suardiaz. La terminal Ro-Ro cuenta con más zonas donde sus barcos puedan operar el tiempo que permanezca cerrada la plataforma flotante. Pero alrededor de este nuevo muelle es donde la naviera tiene desde hace un año el estacionamiento específico -de unos 20.000 m2- para los vehículos, semirremolques y transportes especiales que viajan en la conexión marítima entre Vigo y Francia. Así que toda esta mercancía debería ser reagrupada cerca del atraque provisional que utilice Suardiaz mientras duren las obras. El problema es que en Bouzas no sobra espacio y habilitarlo se presenta complicado sin afectar a la superficie tutelada por Termicar. La búsqueda de un emplazamiento alternativo no sería tan traumático en fechas como agosto, cuando para la actividad de la planta de PSA. Ahora, en cambio, la explanada se encuentra al límite de su aforo, una congestión que se agravará en próximos días a medida que aumente la ocupación de las furgonetas K9 que ya están entrando a la terminal por centenares.