El rector saliente ha recogido la "historia reciente" de la Universidad de Vigo y "algunos de los hitos conseguidos" en una recopilación de los principales discursos de sus ocho años de mandato. Salustiano Mato presentó ayer en el campus el libro "Reflexións desde o compromiso", que recoge sus intervenciones en Santo Tomás o las investiduras de honoris causa, junto con la defensa de la candidatura del Campus del Mar en Madrid, el acto del 25ª aniversario o la despedida del Vindel.

Mato compareció acompañado de sus predecesores Luis Espada, el primer rector vigués, y Domingo Docampo para poner en valor el modelo que durante los últimos 20 años se ha "afianzado e interiorizado" en la institución hasta alcanzar "esta universidad del siglo XXI".

En este sentido, reivindicó el trabajo de Alternativa Universitaria, el grupo que ha dirigido la institución durante las últimas dos décadas, y deseó suerte al futuro gobierno de Manuel Reigosa para que "sean capaces de desarrollar y mejorar" su modelo.

Recordó que su llegada al Rectorado coincidió con la crisis y un entorno de "muchas incógnitas y amenazas" para las universidades españolas, que tuvieron que enfrentarse a un "recorte continuo". "Se hablaba de suprimir títulos y fusionar facultades, pero nosotros siempre defendimos que el sistema universitario gallego, tal y como está configurado, era posible y eficiente socialmente. Trabajamos para convencer al Gobierno gallego y que no escuchase los cantos de sirena que llegaban desde Madrid y Europa", destacó.

A día de hoy, añadió, los "hándicaps" demográficos incluso han empeorado pero los grados tienen una ocupación del 100% y en el campus de Ourense se alcanza el 101,5%. "Es posible hacer una universidad que sirva y vertebre a la sociedad gallega", defendió.

Mato reivindicó asimismo la capacidad de la Universidad para captar ingresos a través de su I+D y una estrategia de especialización en la que sobresale el Campus del Mar. "Es muy importante no solo para el futuro de Vigo, sino para toda Galicia porque ayudará al despegue de la relación mar-industria", enfatizó.

Los peores momentos de su mandato, reconoció, fueron los derivados de la tasa de reposición impuesta por Hacienda: "Es la herida mortal por la que sangramos. Los rectores peleamos en Madrid y a estas alturas se ha desatascado enormemente".