Las heridas abiertas en el PP de Vigo durante el proceso de primarias de hace año y medio están lejos de cicatrizar. El exconselleiro Javier Guerra, que perdió la presidencia del partido frente a Elena Muñoz con un 42,7% de los votos, ha logrado aglutinar a un autodenominado grupo "crítico" que se mantiene activo dentro de la estructura popular. Estos afiliados se reúnen de forma periódica para evaluar problemas que atañen a la ciudad y cuestiones internas y en la del pasado lunes también se plantearon abiertamente su futuro en vísperas de comicios municipales y europeos y a dos años de las próximas autonómicas. A día de hoy tanto el dirigente vigués como este grupo de alrededor de 40 o 50 personas afines siguen afiliados al PP de Vigo pero meditan sobre el salto a la formación naranja. La dirección nacional de Ciudadanos en Madrid reconoce que hay "conversaciones abiertas" con el exconcejal y empresario para capitanear su proyecto, si bien matizan que tanto él como cualquier otro candidato tendría que cumplir con los estatutos de la formación y someterse a un proceso de Primarias para liderar un equipo tanto a nivel municipal como gallego.

Hace meses que la formación de Albert Rivera tantea a Guerra, pero en las últimas semanas los contactos se han intensificado para tratar de incorporarlo a sus filas. Desde Ciudadanos ratifican que las conversaciones se llevan al más alto nivel por parte de su secretario general, José Manuel Villegas, y que su objetivo es trabajar "en el horizonte inmediato de las municipales de 2019", un escenario que descartan fuentes cercanas al exresponsable de Economía e Industria de la Xunta entre 2009 y 2012, que apuntarían como opción preferente a las autonómicas del año 2020.

Por ahora Guerra asegura que no está "tanteando ninguna posibilidad" y no aclara su futuro más allá de insistir en que solo hablará "cuando tenga algo que decir". "Tengo mis compañeros, a los que respeto, y cuando tenga una decisión la comunicaré", se limitó a trasladar ayer el dirigente popular, que nunca ha ocultado su descontento con la dirección local del PP y que decidió dar un paso al frente en 2016 y postularse para la presidencia local con dos objetivos básicos: lograr más representatividad de Vigo en la dirección gallega y más autonomía en la toma de decisiones en la primera urbe gallega.

Por ahora sus afines aseguran que están sobre la mesa "distintas opciones políticas" y que en todo caso la transición hacia una u otra será una decisión individual tanto de Guerra como del resto de los críticos. "Guerra no va a decir a nadie que se vaya con él", insisten sus más allegados. Lo que no disimula es que el malestar con la dirección de Elena Muñoz continúa. "Conmigo y con mi grupo tampoco se cuenta mucho en el PP", llegó a reconocer ayer antes de apuntar a intereses "malintencionados" en la filtración de los contactos con la formación naranja que hasta ahora él nunca entró a valorar.

La integración en otro proyecto político que precisamente carece de estructura en Vigo y en Galicia y que necesita reforzarse con nombres conocidos sería la opción que está "más viva", según apuntan fuentes cercanas a Guerra, al tiempo que insisten en que no se ha descartado seguir dentro del PP de Vigo intentando lograr la integración.

El grupo crítico reprocha a la dirección local del PP que pese a las "promesas de integración" que la propia Muñoz lanzó a los afiliados nada más ser elegida no se avanzó para conseguirlo y tildan de "sonrojante" y "no admisible" la última propuesta que les habrían hecho llegar para tratar de aunar sensibilidades y cerrar por fin las discrepancias, evidenciadas en momentos puntuales como el vino de Navidad que el exconcejal organizó para la militancia días antes de la cita oficial cursada por el PP de Vigo. Estos militantes se reconocen "descontentos" e insisten en que todos tomarán "libremente" una decisión sobre su futuro político.

Preguntado directamente sobre el posible salto a Ciudadanos, Guerra declinó ayer aclararlo de forma reiterada. Bromeó con que "sería más difícil irse a Podemos", pero ni una palabra sobre sus planes concretos ni sobre qué le ofrece la formación de Rivera,que le ha echado las redes a él y a su grupo.