Los atascos reiterados y kilométricos que desde hace meses saturan el acceso de la AP-9 a la ciudad han colmado la paciencia de los alcaldes de la comarca. También la del Valedor do Pobo. Los regidores de Vigo, Redondela, Cangas y Moaña coinciden en la necesidad de levantar el peaje cuando, como ocurrió el viernes o ayer mismo por enésima vez, los trabajos que se están desarrollando en el puente de Rande provoquen embotellamientos. Los frecuentes atascos en el viaducto llevarán incluso a la valedora do pobo, Milagros Otero, a promover una nueva queja de oficio ante Audasa y el Gobierno.

"Cuando los tiempos de viaje aumenten de forma significativa respecto a los ordinarios la consecuencia lógica debería ser el no pago del peaje", razonan desde la oficina del Valedor con una argumentación que ya defendió en 2017. En 2014 el organismo reprendió a la concesionaria por los graves atascos en la AP-9 y hace justo un año censuró a la gestora de la Autopista del Atlántico por no levantar las barreras durante los colapsos.

Su razonamiento es similar también al de los regidores de la comarca. "Estamos indignados porque quien mas sufre esto es Vigo. En vista de que la Xunta y el Gobierno de España no actúan estamos estudiando posibles acciones legales", explicaba ayer el regidor olívico, Abel Caballero, quien reclama que se levante el peaje mientras duren los trabajos. Hace solo unos días el Concello ya avanzaba su intención de enviar cartas a Fomento, Xunta y Audasa para reclamarles "soluciones inmediatas" y que "cada vez que haya un atasco que supere los 5 minutos se levanten las barreras de los peajes". En sus misivas el gobierno local de Vigo exigía sanciones para Audasa y también que se adopte "un plan de obras que prevea los atascos" y los ataje.

Otro de los municipios que padece el colapso de la AP-9 es Redondela. Su alcalde, el popular Javier Bas, señala que mientras se desarrollen trabajos en la autopista que impidan utilizarla de forma habitual lo razonable sería compensar a los conductores. "No debería cobrarse mientras haya obras que entorpezcan el tránsito y el normal funcionamiento", argumenta. El primer edil redondelano pone énfasis también en la necesidad de suprimir el peaje entre Redondela y Vigo y recuerda el compromiso adquirido por Fomento de eliminarlo en julio, la fecha que dio el propio ministro Íñigo de la Serna durante una de sus últimas visitas a Galicia, a finales de marzo.

Desde el otro lado de la ría, el regidor de Cangas, Xosé Manuel Pazos, se suma a la reclamación. "Los peajes de Redondela y Pontevedra tendrían que estar suprimidos mientras duren las obras", recalca el alcalde antes de incidir también en que el ministerio debe sancionar a Audasa. El primer edil cangués reconoce su "indignación e incertidumbre" por que las obras continúen en Rande meses después de que se hayan inaugurado y abierto los nuevos carriles exteriores del viaducto y confía en obtener explicaciones durante la reunión convocada para este viernes.

"La gestión del tráfico que se está realizando es insuficiente, no hay coordinación y es algo que se viene denunciando desde febrero", lamenta la regidora de Moaña, Leticia Santos. En su opinión son necesarias dos acciones: la primera, una mayor coordinación que palie en la medida de lo posible los atascos en la autopista; la segunda, medidas compensatorias para los conductores que se ven bloqueados en los frecuentes atascos de la AP-9. Santos aboga, como mínimo, por levantar las barreras de peaje cuando se producen colapsos como los que son frecuentes en el acceso a Rande desde hace meses.

Desde Fomento avanzan que mañana se celebrará una reunión entre Audasa y la Dirección de Carreteras, entre otras administraciones, para valorar "posibles medidas" que permiten agilizar el tráfico en la AP-9 mientras duren las obras en el viaducto. Sobre la mesa, explican, estará la posibilidad de levantar las barreras de peaje. La reunión llegará cuatro meses y medio después de que se inaugurasen los nuevos carriles exteriores del puente y pasados tres meses desde que los trabajos se centraron en la estructura central. A pesar de que las nuevas "alas" exteriores de Rande se abrieron el 31 de diciembre de 2017 - in extremis, justo el último día contemplado en el convenio entre Audasa y ministerio para aplicar una subida extraordinaria de los gravámenes de la AP-9 en 2018- los operarios nunca dejaron de trabajar en el viaducto.

El viernes Fomento aseguró que los trabajos que afectan a la circulación en Rande finalizarán el 31 de mayo, con lo que la reunión para buscar medidas que agilicen el tránsito mientras duren las obras se celebraría dos semanas antes de que estas dejen de entorpecer el tráfico. El ministerio no descarta en cualquier caso que los operarios sigan trabajando en la infraestructura más allá del 31.

La valedora incide en la necesidad de que Audasa garantice un "servicio óptimo de forma permanente". "En caso de no ser así", razona el organismo autonómico, "no tiene sentido" el uso de la autopista "como alternativa más rápida y segura que la vía convencional".

El departamento que dirige Milagros Otero incluso va más allá: "El criterio de que los usuarios deben sufrir las consecuencias de las obras de mejora, aplicable de carácter general a todas las obras públicas, no puede aplicarse en el mismo sentido y con el mismo alcance en las autopistas de peaje".

Desde la oficina del Valedor se pone énfasis en que "deberían preverse medidas que compensen" a los conductores cuando el servicio no se presta de una forma "óptima".