Para paliar la alta siniestralidad del tramo entre Vigo y Porriño de la A-55, Fomento lanzó un proyecto de 5,98 millones de euros con mejoras en el vial. Las obras arrancaron en octubre de 2015 con un acto institucional encabezado por el Secretario de Estado de Infraestructuras. En un principio avanzaron a buen ritmo y con avances visibles, pero se frenaron al cabo de unos meses. Ante la demora del proyecto Fomento amplió el plazo de ejecución -que inicialmente era de 19 meses- hasta septiembre de 2018. Los trabajos in situ no se retomaron hasta este lunes, 30 meses después de iniciarse.