"Tiraos al suelo, venimos a por el dinero". Con estas palabras y pistola en mano, tres atracadores se hicieron con un botín de más de 10.000 euros, según los afectados, en apenas unos minutos en un locutorio de la calle Brasil.

Eran las 4 de la madrugada de ayer cuando el propietario y un empleado, que acababan de llegar de un viaje a Portugal donde se surten de productos latinos para el establecimiento, abrieron la puerta a un hombre de buen aspecto que llamó al cristal del escaparate al verlos allí porque necesitaba con urgencia cargar la tarjeta de su teléfono móvil.

"Era un hombre de unos 50 años de muy buen aspecto, vestía vaqueros y una chaqueta, así que le abrimos", explica una de las víctimas. Minutos después entraron otros dos hombres, también a cara descubierta, pero uno de ellos esgrimía una pistola. Tras intimidar a las víctimas les ordenó tirarse al suelo. Sin dejar de apuntarles con el arma, que "era real, no simulada", asegura una de los testigos, los ladrones se dirigieron a la caja y se llevaron el dinero. "Había miles de euros, más de diez mil en billetes", aseguran los afectados, a la vez que explican que se dedican a realizar envíos de dinero, de ahí que en la caja hubiera tal cantidad de billetes.

Los asaltados desconocen qué camino tomaron los atracadores, apuntan que no oyeron el ruido de ningún motor, pero tampoco pudieron mirar hacia donde iban porque estaban tirados en el suelo y tardaron un ratito en levantarse tras el susto y la angustia que pasaron. "Todo fue muy rápido, cuestión de minutos", aseguran.

"Está claro que tenían esto bien estudiado, que nos estuvieron vigilando y que sabían como hacerlo. Fue algo premeditado y e alguien que conoce como trabajamos", sostienen las víctimas. Creen que el hombre que recargó la tarjeta de su móvil no era gallego "hablaba castellano, pero sin acento" y sus dos compinches "apenas hablaron".

Tras el suceso alertaron al 112 y una patrulla de la Policía Local llegó de inmediato, si bien los ladrones se habían "esfumado". El locutorio carece al parecer de cámaras de seguridad, por lo que la Policía Nacional que se ha hecho cargo de la investigación, buscará pistas en las de otros negocios próximos.