El calor no solo es sinónimo de playa. El aumento de temperaturas a partir del mes de mayo provoca que cientos de serpientes abandonen su escondite y repten por Vigo a sus anchas. Sus lagares preferidos son las fincas de la periferia, aunque también se las suele ver por garajes, sótanos y hasta hornos, como la última que apareció este lunes en el casco urbano.

Los animales que aparecen en la urbe olívica no suelen ser peligrosos, aunque hay excepciones. Principalmente pertenecen a cuatro especies: víbora Seoane, culebra Bastarda, culebra de Escalera y culebra de Collar. Solo la primera de ellas puede causar algún daño importante, pero cuando ataca es en defensa propia. En este caso, son las crías las que inyectan más veneno en cada mordedura, llegando a causar mareos y desorientación.

Desde la Unidad Medioambiental de Intervención Rural (UMIR) de Vigo hacen un llamamiento para que ningún vecino intente atraparlas por cuenta propia. Una vez que los agentes llegan al lugar en el que se encuentra el animal, lo atrapan con un gancho y lo devuelven a su hábitat natural en una zona sin casas alrededor.