Conducción errática, habla pastosa, ojos enrojecidos, halitosis alcohólica fuerte, comportamiento excitado o -a modo clarificador- la negativa de someterse a un test. La sintomatología que denota el consumo de alcohol al volante es muy clara y a pesar de que los controles se han intensificado, el número de sanciones no decae. Después de un ejercicio 2016 en el que se registró un notable retroceso de las infracciones del Código de Circulación relacionadas con el consumo de alcohol en el municipio vigués, el pasado año se produjo un importante repunte.

La Policía Local multó a 829 conductores - casi tres sanciones al día de media- por dar positivo en las pruebas de alcoholemia, es decir, arrojar una tasa superior al 0,25 mg/l de alcohol en aire durante los múltiples controles realizados durante el año pasado frente a las 668 registradas en 2016. Aunque los positivos no suponen más del 10% del total de las pruebas realizadas, se trata de la cifra más elevada en el lustro. El pasado jueves el Juzgado en funciones de guardia incoó diligencias penales contra cuatro pilotos por dar positivo en la ingesta de bebidas etílicas y durante el fin de semana otros seis conductores más fueron sancionados, todos ellos por la vía judicial.

La pérdida de cuatro a seis puntos del carné y una multa de entre 500 y 1.000 euros es la sanción a la que más infractores tuvieron que hacer frente. En total, los efectivos municipales interpusieron apercibimientos administrativos a 608 conductores que si bien superaron el límite legal de consumo de alcohol no sobrepasaron los 0,60 mg/l. Este límite penal sí fue rebasado por 221 conductores durante el año pasado, delito tipificado en el Código Penal con penas de entre 3 y 6 meses de cárcel, multas de 6 a 12 meses o trabajos comunitarios.

Las infracciones por consumo de alcohol y drogas -ilícito que aumentó un 600% en cinco años- representan un 16% de los puntos detraídos por los agentes municipales, en segunda posición tras los diferentes tipos de exceso de velocidad. En concreto, por la ingesta de estas sustancias etílicas o psicotrópicos, la Policía Local retiró más de 4.800 puntos a los pilotos.

Con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes de tráfico y sus consecuencias en el término municipal de Vigo, así como concienciar a los conductores de la necesidad de minimizar el riesgo e incrementar la seguridad vial, efectivos municipales llevaron a cabo un amplio plan de campañas de tráfico, donde destaca el notable incremento de controles realizados: cuando en el ejercicio 2016 se realizaron 4.546 alcoholemias, el año anterior se contabilizaron 9.846; bastante más del doble. Con estas campañas se logró que en 2017 no se produjera ninguna muerte directa por accidentes de tráfico.

Equipo de investigación vial

Además de apercibir y castigar al infractor, la Policía Local cuenta desde hace poco más de un mes con una nueva unidad. El denominado Equipo de Investigación Vial está conformado por agentes criminólogos que analizará los casos de conductores que hayan sido condenados en varias ocasiones por delitos de tráfico por si además de la pena judicial, se le podrían imponer otro tipo de medidas que buscan su rehabilitación y pongan fin a su reincidencia. Posteriormente la Fiscalía utilizará estos informes para que sus peticiones de condena se adecuen a las posibilidades de rehabilitación de los conductores reincidentes.

El primer informe se publicó a finales de abril y en él los agentes instaban "medidas educativas" tales como aprender a leer y escribir para Ramón Jiménez, un conductor de 37 años cazado en numerosas ocasiones al volante sin haber tenido nunca carné.