Ayer se puso el punto y final a la Reconquista más duradera de la historia. La fiesta arrancó el pasado 7 de abril con más de doscientos puestos repartidos por todo el Casco Vello. La lluvia apareció de manera espontánea durante toda la jornada, pero un enorme diluvió impidió, un día después, que se llevase a cabo la representación central del evento. Los organizadores tenían claro que la tetralización se haría igual, y finalmente ayer pudieron expulsar definitivamente a los invasores. El alcalde Abel Caballero fue el encargado de espolear a las milicias locales en Porta do Sol.