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Así es el lujoso crucero The Ritz-Carlton que construye Barreras

En las entrañas del astillero vigués que lleva pariendo cascos de todas las categorías desde hace más de 125 años crece una criatura llamada a ser la más distinguida de los mares. Aún sin nombre, el crucero ultrapremium de 190 metros que construye Hijos de J. Barreras para The Ritz-Carlton Yacth Collection desata una expectación sin precedentes entre el exclusivo sector donde se estrena la filial creada por la afamada cadena hotelera estadounidense. Por el prestigio de la firma, de partida cuenta con difusión extra garantizada, aunque en esta ocasión tan especial -el primero de los tres buques que se propone construir- se ha esforzado en despertar la curiosidad mundial por conocer lo que ofrecerá este elegante barco de 250 millones de euros. Es el efecto que persigue, y consigue, el catálogo colgado en su web con las primeras singladuras que arrancan el 1 de febrero de 2020 desde Fort Lauderdale (Florida). Una publicación con imágenes que disparan los caprichos de quienes pagarían por un exclusivo viaje a bordo que otros otros solo podrían soñar.

La armadora anuncia para este mayo el inicio de la comercialización de los pasajes en el crucero cuya construcción avanza en Barreras conforme al plazo de entrega previsto (cuarto trimestre de 2019). Tal vez por la festividad internacional del Día del Trabajador, la web de The Ritz todavía no ofrecía ayer esa posibilidad que en principio solo estará disponible para "miembros" del club de clientes y así hasta el junio siguiente, cuando se abrirá a todo el público. Fuentes del sector crucerístico, sin embargo, atribuyen esta ligera demora a una estrategia de la compañía para alimentar "todavía más" la expectación.

"Como en un yate privado"

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Como si la necesitase. Porque desde que en enero de este año se celebró la ceremonia de la puesta de quilla en el astillero de Beiramar, el crucero del Ritz-Carlton figura colocado a la cabeza del número de consultas en internet de las nuevas construcciones que comenzarán a navegar en 2020. Y no es ni mucho menos el más costoso ni el mayor de los veinte nuevos buques previstos entre finales del 2019 y principios del año siguiente. Quizá las claves que podrían explicar su notoriedad residirían en lo que su diseñador, Fredik Johhannson -de la firma sueca Tillberg Design- comentó durante el acto en Barreras. "El objetivo es provocar la sensación de que el cliente se sienta como en un yate privado, sin sufrir las multitudes ni las colas".

Por algo este barco parte de una categoría indefinida, inexistente hasta su construcción, como las de los cruceros de ultralujo. Un híbrido entre un crucero y un superyate de apariencia igual de elegante a la que presumen los hoteles de la cadena. Empezando por su interior, como prueban las imágenes del catálogo que recrean el estilo moderno de esas 149 suites en parte fabricadas en A Estrada por Martínez Otero. Camarotes envueltos de luz natural -algunos de ellos, lofts- con capacidad para 289 pasajeros que estarán atendidos por 255 tripulantes, lo que da un ratio de servicio personalizado (1,5) de los más elevados del mercado.

Pero los atractivos que ofrecerá este buque a su privilegiado pasaje son incontables. De la reducida lista que ha trascendido destaca el Tres Estrellas Michelin de uno de sus cinco restaurantes, el spa Ritz-Carlton y un puerto deportivo ubicado en popa de superficie aterrazada para tomar el sol casi al nivel del mar. El precio de este lujoso menú lo revelará la compañía cuanto active las reservas de los viajes.

Como avanzó FARO, uno de los itinerarios programados por The Ritz-Carlton traerá al flamante crucero de nuevo al puerto donde nació, Vigo. Atracará en la Estación Marítima el 29 de junio de 2020 dentro de una ruta de posicionamiento en el norte de Europa que parte de Lisboa.