Médicos, sindicatos y la plataforma SOS Sanidade Pública respaldan al jefe de Cardiología del Chuvi, el doctor Andrés Íñiguez Romo, en su reclamación para que se revierta el desvío a Santiago de los 300.000 usuarios del área de Pontevedra que, hasta hace cuatro años, eran atendidos en Vigo en esas especialidades con las que no cuentan en su hospital. Le reprochan a la Consellería que esté "perpetuando una situación que en su día anunció como provisional". Sanidade insiste en el argumento de que lo hizo por las listas de espera y sostiene que "funciona".

A través de una carta publicada el domingo en FARO, el doctor Íñiguez, reprochó que, desde hace años, la sanidad viguesa "es castigada por decisiones políticas", como "la que hizo que los pacientes de Pontevedra fuesen obligados a ser atendidos en Santiago". "En contra del criterio de acercar los servicios a los pacientes, se eligió que estos fuesen los que se desplazasen" más del doble -de 27 a 65 kilómetros-, criticó y añadió: "No parece lógico que, en vez de redistribuir recursos, se redistribuya a los pacientes". "Aún estamos en Vigo esperando que se revierta esta decisión, tan infausta para los intereses de los ciudadanos del sur", concluía. El suyo es uno de los siete servicios de alta complejidad técnica afectados por el desvío.

El presidente del colegio de médicos, el doctor Luís Campos Villarino, se muestra "totalmente de acuerdo". Recuerda que el colectivo se ha quejado desde el principio por esto. "Se nos oye, pero no se nos escucha", critica. Entiende que esto provoca "una descapitalización de la provincia a favor de Santiago que no tiene pacientes suficientes" y censura que el "planteamiento de la Consellería" sea que Compostela "crezca a expensas del sur. Cree que "perjudica principalmente a los pacientes con desplazamientos más largos", pero también al Chuvi porque los recursos, con los casos, se van a Santiago. Sostiene, además, que "no hay una planificación adecuada" de los mismos y mientras "hay centros donde la dotación está por encima de la ratio de médico por paciente" -como vino a reconocer el jefe de Cardiología de Santiago-, otros están por debajo.

La plataforma SOS Sanidade Pública sostiene que esta polémica "pone de manifiesto" que las decisiones se toman "no por criterios científicos, sino por presiones profesionales y políticas". Advierte que el desvío ha supuesto un descenso de actividad en el Chuvi, lo que podría repercutir en la atención. "Es importante el número de actos a realizar que permitan el mantenimiento y perfeccionamiento de la calidad asistencial", expone. También alerta de posible "dificultad" para "docencia, investigación y contratación". Exige que se revierta. "De no hacerlo así, supone que el conselleiro falte a su palabra y que el área de Vigo continúe siendo discriminada". La presidenta de la comisión de centro del Chuvi, María José Diéguez, critica que obligar a los pacientes de Pontevedra a desplazarse más lejos "no tiene más sentido que el beneficio de Santiago".

Por su parte, Sanidade sostiene que "el objetivo inicial" del desvío era que Vigo tuviera "una espera controlada y un tiempo de respuesta menor" en estas especialidades. Defiende que el desvío "funciona" porque esto se ha conseguido. "Una vez estemos s estabilizados con la actividad y con una lista de espera controlada, es cuando abordaremos esa recuperación", prometió el actual conselleiro, Vázquez Almuiña, en junio de 2016. Hoy, logrado el objetivo, dice que "son procesos en constante cambio y continua revaluación" y que hay "libertad de elección para procesos nuevos y el ciudadano puede elegir libremente el centro de atención". Solicitados desde hace cinco meses y de forma reiterada los datos sobre aquellos pacientes que han hecho uso de esta libertad para recibir atención en Vigo, responden que los datos no están "disponibles".