El asesino confeso de Divina Mendes ha sido condenado a 20 años de prisión. La juez ha dictado esta tarde la sentencia "in voce" tras el veredicto del jurado que declara a Diego Pedrido culpable del delito de asesinato con las agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco. Le aplican la atenuante de confesión.

La condena incluye una indemnización de 100.000 euros para el hijo de Divina Mendes y un curso de formación sobre igualdad que podrá realizar en prisión. Una vez cumplida la pena, ya en libertad provisional, permanecerá dos años en libertad vigilada y no podrá acercarse ni comunicarse con el hijo de su víctima en 30 años.

El veredicto del jurado se adoptó por unanimidad excepto un punto: si el acusado Diego Pedrido y Divina eran pareja en el momento del crimen. Siete integrantes del tribunal popular consideraron que lo habían dejado un mes antes, y dos que no. Un aspecto que no influye en el veredicto ni en la condena del crimen machista.

El jurado comenzó a deliberar esta tarde tras las conclusiones de las acusaciones y la defensa. La Fiscalía mantenía su calificación de delito de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento, pues la mujer no tuvo oportunidad de defenderse y sufrió daños innecesarios, ya que además de la brutal paliza que le separó la cara del cráneo, fue estrangulada.

Los hechos ocurrieron en septiembre de 2015 en su domicilo de López de Neira. La abogada de la familia de la víctima, que carece de medios para viajar desde Brasil, ha expuesto que se trata de un crimen claramente machista: "La mata porque entiende que es de su propiedad, aduce que gastó en ella todos sus ahorros y cree que porque paga él es su dueño y ella una cosa". A ello añade: "Ve que la relación se rompe, así que la mata".

El condenado ha hecho uso del derecho a la última palabra: "Estoy arrepentido, tengo que pedir perdón a su familia", expresó.