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Discípulo, colega, profesor... ¿y rector?

Mentores, compañeros y alumnos de los dos candidatos a dirigir la Universidad de Vigo revelan su perfil más personal y los rasgos de su carácter que les ayudarán si ganan las elecciones

Apasionados por la ciencia, dialogantes, colaboradores y generosos a la hora de compartir su tiempo. Quienes conocen a los dos candidatos a rector en sus facetas como estudiantes, compañeros y profesores coinciden en muchos de los rasgos que les atribuyen y que, a su juicio, les ayudarán a dirigir la Universidad.

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Emilio Fernández y Manuel Reigosa se incorporaron a la institución en los 90 tras formarse como biólogos en Oviedo y Santiago -el primero tras un paso previo por el Instituto de Investigaciones Marinas-. Y aquí crearon sus propios grupos de investigación, que son referencia en sus respectivos campos.

El mentor de Fernández y una integrante de su equipo destacan su capacidad para decidir estrategias de conjunto y gestionar equipos, mientras que el antiguo compañero de clase de Reigosa y una exalumna hoy compañera subrayan sus conocimientos y su talante afable.

Así ven a Emilio Fernández

Sus profesores

Ricardo Anadón, Catedrático de Ecología en la Universidad de Oviedo: "Es entusiasta, como cuanto era alumno, y tiene una visión estratégica, disecciona muy bien las cosas"

"Éramos los dos gallegos de Oviedo", recuerda este profesor también de origen vigués sobre su pupilo Emilio Fernández, al que embarcó en sus primeras campañas científicas a finales de los 80. Fueron a bordo del Noega, un pequeño barco fletado para un proyecto en el Cantábrico en el que Anadón implicó a mucha gente joven y durante el que se realizaron estudios muy novedosos. "Le di clase durante la carrera y después le dirigí la tesis y como estudiante era entusiasta, un rasgo de su carácter que no ha cambiado. Trabajó con muchísima dedicación y esfuerzo", destaca.

Fernández le pidió opinión cuando le planteaban presentarse al Rectorado. "Su capacidad no está en duda. Tiene una visión estratégica, disecciona muy bien las cosas, y la ha ido elevando a ámbitos cada vez mayores. Desarrolló el Campus del Mar en una época de descenso terrible de la financiación. Tiene unas convicciones muy bien asentadas y apertura de miras. La inercia de la vida universitaria y su fragmentación hacen difícil tomar decisiones, pero si Emilio se presenta es porque cree que puede hacer avanzar a la institución", asegura.

Sus compañeros de trabajo y amigos

Sandra Rodríguez, Investigadora del grupo de Oceanografía Biológica: "Reúne inteligencia, una capacidad inmensa de trabajo y para gestionar equipos y es muy honesto"

Tras 6 años en Hawái y Suecia, Sandra regresó en 2016 como investigadora postdoctoral al grupo que dirige Fernández, al que considera su mentor y con el que ahora comparte despacho: "Como profesor te crea pasión por lo que explica, me dirigió la tesis y siempre ha sido mi referente. Y lo es también para toda la gente del grupo. Es muy querido. Se ha dejado la piel y si gana lo vamos a echar de menos, pero nos alegraremos por la Universidad porque es una persona que reúne inteligencia, una capacidad inmensa de trabajo y para gestionar equipos. Es muy honesto y conoce muy bien la Universidad".

"En campaña lo he visto cómo es, íntegro, dice claramente lo que sí puede hacer y no tiene la estrategia de hacer promesas o intentar agradar a todo el mundo. Pero no sé si esto se valorará el lunes. Tanto al frente de un grupo potente como dirigiendo el Campus del Mar ha demostrado que sabe integrar a todo el mundo. Tiene visión de conjunto y, al mismo tiempo, ayuda a todos, nadie se siente desplazado. Trabaja sábados y domingos y si entra un alumno en su despacho nunca tiene problemas para atenderle", aplaude.

Sus alumnas

Lucía Martínez, estudiante de 4º de Ciencias del Mar: "Como profesor exige, pero explica muy bien y es cercano. Espero que no cambie si sale elegido"

La joven ponferradina fue alumna de Fernández hace dos cursos. Le suspendió. Y a pesar de ello lo considera un buen docente: "Tuve que hacer el examen de Ecología dos veces. Como profesor es exigente, pero explica muy bien las cosas. Yo quiero ser investigadora y él te motiva con su propia experiencia. Y es muy cercano. Si le envías un correo electrónico o lo pillas por el pasillo te ayuda con lo que necesites. Ya lo hacía aunque como director del Campus del Mar no tenía mucho tiempo y espero que no cambie si es rector".

Lucía está realizando su trabajo fin de grado con una beca del Concello sobre la cría del pulpo en Cíes dentro de la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, cuyo comité científico lidera el propio Emilio Fernández. Ella considera que se ha rodeado de un "gran equipo" para presentarse a las elecciones. "Algunos han sido mis profesores y han hecho una campaña muy buena intentando implicar a los alumnos. Aunque es cierto que muchos solo piensan en acabar la carrera y marcharse. Pero los que lo conocemos sabemos que lo hará bien", comenta convencida.

... y así a Manuel Reigosa

Sus profesores

Alejo Carballeira, Catedrático de Ecología de la Universidad de Santiago: "Fue mi primer estudiante de doctorado, era muy inquieto y dedicado; yo no lo habría dejado marchar"

Cuando Pachi llegó a Santiago en 4º curso ya quería trabajar y tuve la suerte de que me eligió para hacer la tesis. Fue mi primer alumno de doctorado y era muy inquieto y dedicado. También era muy deportista y nunca perdía el tiempo. Y eso coincidía con mi máxima: de una labor se descansa haciendo otra"; rememora Carballeira, que también era un joven profesor cuando firmaron juntos la primera investigación en Europa sobre los procesos alelopáticos, la línea en la que Reigosa siguió desarrollando su carrera académica.

"Nos metimos en un campo muy duro, sin medios y echándole mucha imaginación. Y aquellos trabajos todavía siguen vigentes", subraya el director del grupo de Ecotoxicología y primer catedrático de Ecología en Galicia. "Después de Pachi siguió viniendo gente muy buena, pero tuve que exportarlos. Yo no lo habría dejado marchar de Santiago", dice entre risas. "Me sorprendió que se presentase a las elecciones. Tiene buena edad para ser rector y le deseo lo mejor. Si se ha metido en esto es porque tiene ánimo y confianza en hacerlo bien. Y además conoce muy bien la comunidad universitaria", apunta.

Sus compañeros de trabajo y amigos

Jacobo Fernández, director de la planta de Insuiña S. L.: "La Universidad ya es dinámica pero con él cogerá mayor aceleración; es una enciclopedia y dialogante"

Estudiaban juntos en Santiago y realizaron un viaje a la India y Nepal que les dejó huella y un álbum memorable. "Tenemos una foto tomándonos un albariño en Benarés, en una barca en pleno Ganges. Y otra brindando en Katmandú a las seis de la mañana con el Everest de fondo. ¡Qué frío pasamos!", recuerda Jacobo. Mientras estudiaban Biología, también se matricularon en Filosofía, carrera que Reigosa llegó a finalizar. "Es exageradamente inteligente, una enciclopedia, además de excelente persona y compañero", destaca de él su antiguo compañero de clase. También rememora que tras celebrar su acto de licenciatura ambos regresaron andando a casa. Él a O Grove y Reigosa, a Vigo: "Fue una noche de peregrinaje, hablando de todo".

"Me alegró mucho saber que se presentaba al Rectorado, porque si lo logra hará cosas. La vida es andar, no quedarse, y él es así. La Universidad de Vigo ya es dinámica, pero con él cogerá mayor aceleración. Es de lo mejor que hay como científico, filósofo y trabajador. Y es dialogante, una de las virtudes más grandes que puede tener un ser humano", concluye.

Sus alumnas

Nuria Pedrol, Investigadora del grupo de Agrobiología Ambiental: "En los 80 ya era un docente innovador, es muy sabio, con mucha experiencia y un talante que hace falta"

"Me dio clase a finales de los 80 y ya era un docente muy innovador, yo creo que sin pretenderlo. Nos proponía trabajos experimentales y salíamos al campo a buscar nuestros datos. Nos dejamos cautivar por la Fisiología Vegetal y varios alumnos de mi generación y de la anterior nos convertimos en sus discípulos, hicimos la tesis con él y hoy somos miembros de su grupo. Yo quise volver después de 6 años fuera", relata Nuria Pedrol, que también es actualmente vicedecana de Ciencias del Mar.

A pesar de ejercer puestos de responsabilidad y de su intensa actividad investigadora, el profesor Reigosa "siempre buscaba un hueco para escucharte y echarte una mano, y además te daba libertad". Ella está segura de que seguirá actuando así si es elegido rector: "Es una persona que te inspira tranquilidad y confianza. Es muy sabio, con mucha experiencia y un talante afable que hace mucha falta en la Universidad. Sabe mucho de ciencia, pero también de la vida interna de la institución y de su historia. Esta visión retrospectiva e integradora puede ser muy interesante".

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