Viernes negro en Rande por los atascos provocados por las obras de asfaltado. Las retenciones que en los últimos meses sufren, especialmente en víspera de fin de semana, cientos de conductores batieron ayer un lamentable récord al superar las seis horas.

Este último atasco comenzó a generarse en torno a las 15.00 horas, y según informaba la DGT, alcanzaba los cinco kilómetros. Seis horas después, pasadas las nueve de la noche, las colas remitían tras una tarde de retenciones y tráfico lento.

Las obras de asfaltado del firme del puente en sentido Pontevedra mantienen cerrado un carril entre los kilómetros 147 y 152. La afluencia de vehículos desde Vigo al término de la jornada laboral, unida en esta ocasión a unas temperaturas elevadas que animan las escapadas, propición que el caos de tráfico en un puente que, tras ser inaugurado en diciembre, sigue en obras.

El panorama de ayer recordaba a cualquiera de los peores días de atasco anteriores a la ampliación. La diferencia es que se han invertido 130 millones de euros para dotar de mayor agilidad al tráfico. Y pese a las críticas de conductores, Audasa no ha optado por levantar las barreras del peaje en situaciones como esta.

Los trabajos de asfaltado en el emblemático viaducto, que se iniciaron a mediados de febrero y cuya finalización está prevista para el mes de mayo, forman parte del proyecto de ampliación de la autopista AP-9 en ese tramo. Así, aunque los nuevos carriles fueron inaugurados a finales del año pasado, los trabajos se reanudaron en febrero con el asfaltado del tablero central, lo que supone restricciones en la circulación, puesto que solo hay dos carriles habilitados en cada sentido.

Esta circunstancia provoca que todos los días laborables, especialmente a primera hora de la mañana y de la tarde, se registren retenciones y tráfico lento tanto en la salida de Vigo como en el acceso desde el otro lado del puente de Rande. La situación se agrava sobre todo antes del fin de semana, como sucedió este viernes. Asociaciones vecinales, empresariales y los gobiernos locales de O Morrazo han trasladado su malestar por estos inconvenientes, y por el hecho de que se hubiese inaugurado la ampliación del puente sin que la obra estuviese terminada.