La ampliación del silo de vehículos será impermeable y puede que al final de estas obras el Puerto opte por aislar de la lluvia las otras tres plantas que conforman el estacionamiento metálico. "Todo dependerá del coste", matizó ayer el presidente. Tras conocer el resultado de la reunión mantenida previamente entre los principales operadores de carga Ro-Ro con técnicos de Praza da Estrela para abordar el inicio de los trabajos que durante más de un año transformarán la fisionomía de este recinto, Enrique López Veiga aceptó esa actuación a mayores en el aparcamiento en altura enmarcándola en su objetivo de hacer ver a las navieras "el alcance de nuestra fuerte apuesta" de ofrecer a los clientes como PSA "las mejores condiciones para favorecer su competitividad".
Con esta confesión se entiende el poco tiempo que le ha llevado al presidente decidir sobre el aislamiento solicitado por la armadora UECC de esa media entreplanta de 10.000 metros cuadrados que se adosará al silo. Se trata de una obra ya adjudicada a la empresa Uncisa en 2,1 millones, lo que impide al Puerto modificar el proyecto, así que esperará a que concluya esta actuación para instalar esa capa aislante que la convertirá en opaca. Entretanto y para ganar tiempo, en Praza da Estrela ya están analizando las distintas soluciones técnicas y sus respectivos costes.
El resultado de estas consultas determinará si después de impermeabilizar el nuevo módulo se extenderá la misma protección al resto de la estructura. Esto en realidad es lo que habían propuesto los operadores de carga Ro-Ro en los distintos encuentros de los Grupos de Trabajo del Crecimiento Azul (Blue Growth). Para las empresas que gestionan los más de 400.000 vehículos que se mueven al año en esta terminal, disponer de un área de estacionamiento cubierto dentro de la explanada constituiría un aliciente clave en la captación de nuevos tráficos. Tanto los relacionados con mercancías que requieren de esas condiciones (bobinas de acero, por ejemplo) como los exclusivamente de vehículos dado que las marcas automovilísticas -en particular, Mercedes y Toyota- se muestran cada vez más puntillosas con la protección de sus unidades durante el tiempo de estancia el puerto.
Por eso ayer en la reunión en Praza da Estrela los operadores volvieron a insistir al Puerto en que valore la protección de toda la estructura para paliar el importante defecto con el que nació esta inversión de 22 millones. Esa rejilla tramex con la que fue construido filtra el agua de la lluvia y toda clase de partículas en suspenso en el aire además de la arrastrada por los vehículos que entran y salen del estacionamiento. Pero poner remedio ahora a esto se presenta como muy costoso. "Hay que analizar bien el coste y el beneficio. Si éste es desproporcionado no será posible y solo nos permitiría aislar lo ampliado. Pero la intención es hacer el silo lo más versátil que se pueda", razona el dirigente portuario.
Acceso de transportes especiales
Al margen de esta cuestión referente al silo que quedó pendiente de valorar, para López Veiga el encuentro mantenido ayer con los operadores cumplió el objetivo pretendido de "conseguir el máximo consenso" sobre las características del resto de las obras en marcha que afectan a la terminal. Entre otras, las referentes a la reordenación de los espacios a consecuencia de anexionar al recinto Ro-Ro la superficie liberada con los derribos de los viejos almacenes de armadores. Salvo mínimas sugerencias, ninguno puso reparos al planteamiento expuesto por los técnicos de la Autoridad Portuaria, como la ubicación del nuevo acceso a la terminal y la glorieta contigua que canalizará la orientación del tráfico interno.
Otro asunto que se abordó fue la creciente presencia de transportes especiales. Esta tipología de carga necesita un acceso holgado, y aunque el recinto ya dispone de uno específico para este tráfico, junto a la nave de Iberconsa, se acordó habilitar uno nuevo, de mayor amplitud, junto a la nueva nave de Suardiaz.
