Vigo parece dejar atrás lo peor de la crisis económica. Hay magnitudes en la gestión municipal que empiezan a arrojar datos positivos como el crecimiento en 2017 de la recaudación por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) que abonan las grandes empresas o la subida del padrón de automóviles publicado hace dos semanas después de un lustro de sucesivas caídas al estancarse la capacidad de consumo de las familias. E iniciado abril llega un nuevo indicador que viene a confirmar esta lenta pero constante recuperación y procede de los datos oficiales de la Dirección General del Catastro actualizados a marzo de 2018. El registro gestionado por el Ministerio de Hacienda refleja un aumento de los almacenes, naves, oficias o bajos del municipio destinados a actividades económicas.

Después de una década de fuertes retrocesos en los que la primera urbe gallega perdió un total de 824 industrias y 158 comercios, los datos muestran signos de recuperación y por segundo año consecutivo consolidan una ligera mejoría. Ahora mismo hay en la ciudad 22 factorías más que en marzo de 2016, cuando las cifras tocaron fondo debido a la crisis económica y al progresivo traslado de actividades industriales hacia polígonos de la periferia. La tendencia fue similar a nivel comercial, marcando mínimos históricos por esas mismas fechas. Ahora dejan atrás los peores augurios y vuelven a repuntar con 56 negocios más para arrancar la primavera.

Otro buen dato lo arrojan las oficinas, que no han dejado de crecer con 191 más que en 2008. El dato sobre almacenes del Catastro también es positivo con un salto de 30.000 a 38.194 en una década. También el sector de la hostelería y el ocio arroja cifras esperanzadoras al ocupar ya 858 locales, un 128% más que la ciudad de A Coruña con 376 y que la de Santiago con 390.

Haz click para ampliar el gráfico

Estas buenas cifras llegan incluso antes de que se materialice ninguno de los grandes desarrollos previstos en Vigo en el Centro Vialia de Urzáiz, el parque comercial de Recaré al lado de la avenida de Madrid o la ampliación del Parque Tecnológico y Logístico de Valladares que promueve Zona Franca. Todos estos proyectos deberían estar operativos a finales de 2020, momento en el que las cifras de Vigo deberían pegar un importante estirón a todos los niveles.

Vigo cuenta en la actualidad con 6.855 bienes inmuebles destinados a uso industrial frente a los 6.833 de hace dos años. Pero se encuentra todavía muy lejos de las 7.679 naves que llegaron a tributar por su uso industrial hace ahora diez años. Lo mismo sucede a nivel comercial. Hay registrados 56 negocios más que en marzo de 2016, pero la ciudad está todavía lejos de recuperar sus cifras máximas que llegaron a superar las 10.400 actividades económicas.

Los datos del Catastro en Vigo son esperanzadores y contrastan con los retrocesos que siguen experimentado urbes de tamaño similar como A Coruña, que en el último año vio cerrarse un total de 130 comercios y perdió otras 416 naves dejando su balance final en 5.943 inmuebles industriales, el dato más bajo de la década. En la urbe herculina hay casi 700 factorías menos que en Vigo, pero su política de expansión de grandes centros comerciales la mantiene con 1.400 tiendas más que la urbe olívica pese a su menor tamaño.

El comercio compostelano ha mostrado una gran estabilidad incluso durante los peores años de la crisis mientras que su ya de por sí escasa industria sufría importantes recortes que ahora al igual que en Vigo empiezan a revertirse. Santiago lleva dos años de crecimiento y ganó 300 inmuebles destinados a uso industrial desde 2016. El comportamiento ha sido similar en Pontevedra, con que hace dos años y un leve repunte de las industrias hasta las 1.126.