Los vigueses ya no depositan sus muebles, viejos electrodomésticos, colchones, juguetes de gran envergadura u otros enseres en los contenedores de basura situados en la calle. El servicio de recogida de residuos voluminosos del Concello logró en 2017 un nuevo récord en la cantidad de material retirado de la vía pública. Desde 2013 el volumen no ha dejado de crecer y si por aquel entonces los operarios recolectaron algo más de 1.500 toneladas de bártulos en mal estado, en 2017 la cifra se elevó hasta las 2.466, unas 360 más que el año anterior. La recogida la realiza personal de la concesionaria de limpieza que acude a cualquier punto de la ciudad para facilitar el traslado de los enseres por parte de los vecinos. En el último contrato de la basura, adjudicado el pasado mes de marzo, FCC se hizo con el lote que abarca dicha tarea.
El servicio pasó a ser municipal en abril de 2010. Hasta entonces, el traslado y tratamiento de los residuos voluminosos era asumido por la Xunta de Galicia. El gobierno local tiene habilitado un número de teléfono para que cualquier vigués pueda solicitar que un camión de limpieza pase por una ubicación cercana a su domicilio. Las únicas normas a la hora de depositar los objetos están en que se haga entre diez y once de la noche para no molestar al resto de ciudadanos y que no entorpezca el tráfico.
La propia web del Concello explica los enseres que pueden ser recogidos y aquellos que deberán ser depositados en lugares concretos destinados a tal efecto. Así, por ejemplo, detalla que escombros, sanitarios u objetos similares que hayan sido retirados después de una obra en la vivienda no serán recogidos. Por el contrario, los vecinos pueden solicitar que la concesionaria de la basura retire de la calle muebles en mal estado, instrumentos domésticos de medio o gran tamaño, sofás y butacas, puertas, sillas, listones de madera, persianas o juguetes rotos entre otros trastos.
A pesar de que el sistema para la recogida de residuos voluminosos se debe tramitar a través del Concello, hay pequeños comerciantes y grupos organizados que diariamente recorren el casco urbano en busca de chatarras y madera. Los empleados municipales que atienden las llamadas de los vecinos suelen ser bastante puntillosos a la hora de ofrecer una hora de entrega para evitar que los electrodomésticos o muebles en mal estado terminen abandonados por aquellas personas que los recogen para sustraer algunas piezas concretas.
Los trabajadores de la basura también efectúan salidas ante las denuncias de los vecinos o las alertas del propio personal de limpieza. Las calles cercanas al centro de la ciudad son las que más pedidos tienen y Travesía de Vigo, la zona de Torrecedeira, Camelias o García Barbón lideran el ranking.
Entre todo el material recogido por FCC destacan los muebles y otros elementos de madera, que representan el 73% del total. En segundo lugar aparecen los colchones, que protagonizan el 21% de las salidas, y ya por detrás algunos plásticos, pequeños escombros o juguetes. Por meses, suele ser habitual que la llegada del calor, el buen tiempo y las vacaciones de verano animen a los vigueses a desprenderse de utensilios que ya no utilizan. Los bártulos que no pueden ser vendidos son entregados directamente a la concesionaria del servicio de la basura. Entre julio y septiembre se retiraron de la calle más de 700 toneladas de residuos de gran envergadura, siendo los tres meses en los que más trabajaron los operarios. Entre enero y marzo, por ejemplo, la cifra descendió hasta las 540 toneladas.
FCC renovó la gestión de la basura para los próximos dos años, aunque el contrato contempla dos prórrogas de un año cada una. Además del lote principal, la empresa se hizo también con el tercer paquete, que incluye el mantenimiento, limpieza y reposición de los colectores para residuos domésticos reciclables (papel, vidrio, envase y pilas) además de la recogida y transporte de aceite y ropa usada. Contenur, por su parte, consiguió el correspondiente al mantenimiento y limpieza de contenedores de fracción resto y papeleras así como el cuidado de colectores subterráneos.
