El Registro Civil, servicio al que a diario acuden decenas de ciudadanos, sufre seriamente las consecuencias del paro. La situación es preocupante. A la problemática de que, salvo casos urgentes documentalmente justificados, no se emiten certificados de nacimiento, matrimonio o defunción, ni fes de vida, se une que desde que el 7 de febrero arrancó la huelga no se tramitó ni un solo expediente matrimonial. Las únicas bodas que se celebran en los juzgados vigueses son las que estaban señaladas antes del paro. Y ya quedan pocas en la agenda para próximas fechas: el viernes, por ejemplo, solo hay una.

Los funcionarios de la sección de matrimonio están en huelga y estos expedientes no se consideran servicios mínimos. ¿Qué ocurre con los novios que tienen su restaurante reservado, la gente invitada e incluso viaje de luna de miel y ven que su expediente matrimonial, indispensable para casarse, no está terminado? Pues ya hay casos de parejas con el enlace para fechas próximas en esta situación. Es urgente que se tramite su caso, pero el paro sigue. Sus bodas corren riesgo de tener que suspenderse. Algunos de estos casos son de gente que va a casarse en otras localidades, pero que hace en Vigo el expediente al estar empadronados aquí.