El PP de Vigo pone en cuestión que se puedan ejecutar en plazo las rampas mecánicas de Gran Vía al carecer de autorización expresa de la Dirección Xeral de Patrimonio, un trámite que asegura es "obligatorio" por realizarse en las inmediaciones de edificios catalogados. "Es un error de bulto", denunció ayer su portavoz, Elena Muñoz, que visitó las obras junto al edil Diego Gago y reclamó al gobierno central que se aproveche este impasse para "repensar el proyecto siendo capaces de construir sin destruir símbolos".

En opinión de los populares, a quien el gobierno vigués eludió contestar ayer, este hecho podría "poner en riesgo" los fondos europeos EDUSI "Vigo Vertical" concedidos a Vigo para realizar mejoras de movilidad en el centro. "Conviene ser especialmente escrupulosos", advirtió Muñoz, quien aseguró que el gobierno socialista es conocedor de que falta ese permiso "porque se lo está exigiendo a los vecinos que quieren realizar obras en la misma zona". El PP insiste en que lograr luz verde de Patrimonio es "una obligación legal" al afectar a edificios catalogados y que se añade además la circunstancia de que la ciudad carece de Plan Xeral "y el del 93 no vale para esto".

Muñoz subraya además que las rampas de Gran Vía "no son una obra cualquiera", ya que afecta a un "emblema de Vigo". "El bulevar lo es, los Rederos lo son, el paseo con árboles también. Este es un proyecto lo suficientemente importante como para buscar consenso social", urgió la popular aludiendo a "voces críticas" que se oponen al traslado de la escultura de Ramón Conde por coincidir su ubicación con el arranque de las futuras rampas que permitirán subir de Urzáiz a Plaza de España en apenas dos minutos y medio. Muñoz pidió al alcalde que "escuche a miles de vigueses que se oponen".