Hasta hace tres años trasladarse en tren entre Vigo y Santiago de Compostela exigía unos 90 minutos de viaje, casi 30 más de lo que se tarda en coche por la AP-9. Desde el 18 de abril de 2015, sin embargo, con el estreno del modernizado Eje Atlántico, esa diferencia de tiempos se limó. Viajar en tren desde la estación de Urzáiz y hacerlo en coche particular por la autopista pasó a exigir el mismo tiempo -alrededor de 50 minutos-, aunque con una diferencia de precio que favorece al ferrocarril.

Los efectos de ese recorte de tiempos han dejado su huella en las estadísticas de Renfe. El último informe publicado por el Observatorio del Ferrocarril en España -con datos de 2016- muestra que, entre las principales rutas de media distancia del país, el tramo Vigo-Santiago es el que más crece.

El estudio analiza una veintena de recorridos ferroviarios de media distancia repartidos a lo largo y ancho de España. El que separa los andenes vigueses de la capital de Galicia no es el que mueve más pasajeros, pero sí es el que ha logrado la mejor evolución. Entre 2013 y 2016 registró un incremento de demanda del 34%. Solo entre 2015 y 2016 alcanzó el 9,7%. No hay ninguna otra ruta que haya alcanzado un repunte tan pronunciado.

En la mitad norte del Eje Atlántico Renfe apuntó también un crecimiento, pero mucho menos marcado que en el tramo sur. El recorrido entre A Coruña y Santiago creció un 3,4%, algo menos que la ruta entre Vilagarcía y la capital gallega, que creció un 5,6%.

El efecto de la puesta en marcha del modernizado Eje Atlántico y la estación de Urzáiz es clave para comprender el aumento de demanda en Vigo. Entre 2013 y 2014 el número de pasajeros había descendido casi un 3%, lo que significó perder 6.500 viajeros. Aunque parte de esa caída se debe a la crisis, los datos del año siguiente -cuando la nueva estación de Urzáiz ya estaba en marcha- rompieron la tendencia negativa.

En 2015 la demanda de la ruta de media distancia entre Vigo y Santiago se disparó un 25%, lo que significó ganar 57.700 viajeros en solo un año. Esa curva ascendente se mantuvo en 2016, cuando se alcanzaron los 309.700. En 2016 la ruta Santiago-A Coruña desplazó a 1,07 millones de personas.

El informe del Observatorio del Ferrocarril en España no aclara si al calcular los datos de Vigo tiene en cuenta solo una o las dos estaciones de la ciudad. Tras la puesta en marcha en 2015 de la nueva terminal de Urzáiz, la ciudad opera con esa estación y otra en Guixar que se dedica a los viajes de largo recorrido -Madrid o Barcelona- y los trayectos a Bilbao y Oporto. En Guixar también hay servicios del Eje Atlántico con más paradas y mayor duración. Entre Vigo y Santiago los trenes que parten de sus andenes tardan unos 90 minutos en llegar a Compostela.

En 2016 pasaron por la estación de Urzáiz 674.653 pasajeros, un 42% más que en 2015. En total el observatorio contabilizó ese año cerca de 985.900 viajeros que usaron algún trayecto ferroviario de media distancia en Vigo. El resultado revela un repunte del 6% con respecto a 2015 y el mejor balance desde 2011. A Coruña se situó en 1,7 millones y Santiago pasó de 2,1.

La urbe jubilar capta tráficos del resto de Galicia para enlazar a Madrid a través de su moderno corredor con Ourense, que tiene una duración hasta cuatro veces más breve que la ruta Vigo-Ourense.