Apuestan por una formación integral de los alumnos y por afianzar e internacionalizar la oferta de grados sin perder de vista los futuros títulos. Fernández no quiere especialistas, sino ciudadanos críticos con conocimientos tecnológicos y humanísticos, y Reigosa se esforzará en que los egresados regresen de forma periódica para actualizar su formación.

| E.F. Estamos consiguiendo especialistas, pero nuestro objetivo debe ser formar a ciudadanos críticos para una sociedad democrática. Podemos encontrar científicos con muy poca formación en aspectos humanísticos y al revés. Por eso proponemos una formación integral. Nuestro Vicerrectorado de Estudiantes será también el de la Empleabilidad. Y ahí las medidas fundamentales serán el refuerzo de las prácticas preprofesionales, en número y calidad, extender los programas de mentorización, y becas de colaboración en los grupos de investigación para alumnos. Pretendemos ofrecer 600 en cuatro años asociadas a la matrícula gratuita de máster.

| M.R. Lo primero que queremos hacer es captar más alumnado, de ahí el nombre de nuestro vicerrectorado. Tenemos que atraer estudiantes de forma presencial, semipresencial y totalmente on line de países de habla gallego-portuguesa e hispana. Los decanos y directores están haciendo un buen trabajo pero hay que apoyarlos. Y coincidimos en que la formación debe ser integral. También apostamos por una oferta de enseñanza a lo largo de la vida y que nuestros egresados sean nuestros embajadores y vuelvan cada poco tiempo a completar su formación. Las matrículas de los másteres deben ser más baratas, queremos generalizar los programas de tutorización y de mentores, tendremos becas para las diferentes etapas e incrementaremos las prácticas.

| E.F. El objetivo de estos 4 años será afianzar lo que tenemos. En Ingeniería Aeroespacial no pueden volver a ocurrir cosas como las de este curso y tanto Ingeniería Biomédica como el nuevo título de Bellas Artes requerirán esfuerzo. Y hay que internacionalizar e intentar crear dobles grados con universidades extranjeras. En cuanto a máster y doctorado hay que reordenar la oferta e ir hacia un modelo en el que los centros identifiquen qué profesionales quieren formar. Y tenemos que construir una escuela de doctorado, donde los estudiantes se reconozcan y acudan para cualquier trámite. Pero también hay que decidir dónde queremos estar dentro de 10 o 15 años. Lo primero que haremos será un plan estratégico compartido donde abordaremos, entre otras cuestiones, las titulaciones que podríamos tener en el futuro. Pero no puede ser un plan del equipo de gobierno. O es de la Universidad o habremos fracasado.

| M.R. Ahí estamos en la misma línea. Ahora mismo parece que las titulaciones se conceden no se sabe muy bien cómo y aparecen en campus con cuya especialización no tienen mucho que ver. Hay que estar muy atentos a las oportunidades y por eso incidimos mucho en la planificación. Tiene que haber una idea compartida por toda la Universidad para la puesta en marcha de nuevas titulaciones y con una apuesta definida en el momento en que se abra el mapa. Mientras tanto, esperemos que Ingeniería Biomédica entre con mejor pie que Aeroespacial. Debemos mejorar nuestra oferta de dobles grados y, en la medida de lo posible, que tengan profesores y alumnos de otros países. Y a los doctorados hay que darles una vuelta en cuanto a organización.