La situación económica de las familias y la pujanza de la industria local tienen una repercusión directa en múltiples indicadores económicos y también en documentos cotidianos de gestión municipal como la recaudación de impuestos. El padrón de vehículos ha experimentado importantes cambios desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en el año 2008 y cada ejercicio ha servido de termómetro para valorar tanto la capacidad adquisitiva de los vigueses como los periodos de mayores dificultades para sus empresas. En el año 2017 el censo de automóviles de Vigo volvió a crecer después de un lustro de fuerte parón y contención de las ventas y en el 2018 los datos vuelven a ser buenos. Los técnicos detectan una recuperación ya consolidada que se traduce en un mayor número de turismos circulando por las vías locales. Pero también destacan un dato preocupante. Los vehículos pesados vuelven a caer. El censo oficial ha perdido otro medio millar en el último ejercicio y con respecto a 2009 son la mitad.
Hace casi una década el padrón publicado para abonar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica reflejaba un total de 15.130 camiones frente a los 7.244 que refleja el documento oficial aprobado en Junta de Gobierno hace unos días y en base al que se estima la recaudación de este año.
El Concello de Vigo inicia hoy el periodo voluntario de pago del denominado Rodaje, al que tendrán que hacer frente 498 camiones menos que hace justo un año y 2.302 menos que en el ejercicio 2016. Este podría ser un mal indicador sobre la marcha del puerto y la industria en general, aunque también puede deberse a que las empresas de logística se hayan desplazado a municipios del entorno inmediato de Vigo aunque presten servicio fundamentalmente a firmas de la ciudad. Según el padrón municipal, curiosamente el tipo de vehículos pesados que más retrocedió en el último año fueron los de menos de 1.000 kg de carga útil, manteniéndose sin cambios los tráilers a partir de 2.999 kg.
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El cómputo global no obstante es positivo al reflejar un incremento del padrón de vehículos de 2.361 unidades que proceden en su mayoría de las categorías fiscales más bajas. Vigo ganó en los últimos doce meses 500 utilitarios de menos de 8 caballos fiscales y 1.928 turismos de entre 8 y 11,99 caballos fiscales de potencia, mientras que perdió alrededor de 700 entre las categorías intermedias. Destaca sin embargo el incremento en 46 unidades de los coches con motor de mayor cilindrada por encima de los 20 caballos fiscales después de varias anualidades de retroceso.
Los turismos reportan al Concello el 89% de la recaudación. Circulan por Vigo 145.417 automóviles que equivalen a la mitad exacta de la población. Y a este parque móvil hay que sumar 202 autobuses, los 7.244 camiones ya mencionados y 2.383 tractores y 1.753 remolques que se mantienen en valores prácticamente invariables.
Lo que vuelve a constatarse es que Vigo es cada vez más una ciudad volcada con las dos ruedas al sumar ya 36.380 ciclomotores y motocicletas, siendo la categoría que más sube la de hasta 125 centímetros cúbicos, que saltan de 11.050 a 11.492. Los ciclomotores se mantienen sin variaciones en 11.470 mientras que suben otras 400 las motos de hasta 1.000 cc. La ciudad gana otras 77 unidades a partir de 1.000 cc, que superan ya el millar.
