Los dos subterráneos abrieron sus puertas en 2010 y el 18 de diciembre de 2012 un representante de Cocheras ya solicitó la resolución del contrato por considerar "inviable" su ejecución. La escasa actividad de los recintos fue una losa desde el primer momento y al no remontar la comercialización de plazas en concesión, Puentes solicitó una modificación del contrato de adjudicación del lote inicial de tres parkings y renunció a construir el de Rosalía. Cinco años después Cocheras se liquidó con una deuda de 526.000 euros y los aparcamientos salen a concurso por 14,2 millones.