Los promotores del Casino de Vigo cierran las grandes cifras del proyecto y presentan oficialmente su propuesta al gobierno local con la intención de agilizar los permisos urbanísticos municipales y la autorización de Vicepresidencia de la Xunta para poder abrir antes de que acabe este año. Los dueños del Casino La Toja invertirán entre 5,5 y 6 millones de euros en acondicionar el bajo de 1.700 metros cuadrados que han elegido para instalarse en el Centro Comercial A Laxe y con el que aspiran a captar la demanda de todo el sur de la provincia y a atraer a clientes del norte de Portugal, un país con mucha tradición de juego y fuente de potenciales clientes al igual que la tripulación de los cruceros que atracan en la Estación Marítima de Vigo.

El presidente del Grupo Luckia, José González Fuentes, y el gerente de Cirsa, Braulio Pérez, sociedades propietarias del Casino La Toja, avanzaron ayer al alcalde, Abel Caballero, y al concejal de Comercio, Ángel Rivas, que la actuación supondrá la creación de 105 puestos de trabajo directos a los que hay que añadir entre 75 y 80 indirectos.

La sala de juegos de A Laxe se completará con un bar y un pequeño restaurante. Tendrá acceso a través del parking y por las escaleras mecánicas y el hecho de contar con enlace directo desde el Casco Vello y un aparcamiento en el mismo edificio fueron dos de los puntos fuertes que decantaron la elección de esta ubicación después de más de una década de negociaciones infructuosas en diferentes inmuebles. "Fue difícil encontrar un bajo de estas dimensiones en la actual situación urbanística, pero estamos muy satisfechos", expresaron ayer los promotores de la actuación, que confían en poder presentar el proyecto de reforma en el mes de abril, tal y como avanzó FARO el pasado 20 de marzo. A partir de ahí cuentan "con poder acabar las obras en el plazo de cuatro meses" por lo que a final de año o principios de 2019 quieren estar operando en la ciudad. Tienen hasta entonces para negociar con el Consorcio de la Zona Franca un cambio de horario en el aparcamiento subterráneo de A Laxe que cierra como máximo a la 01.00 los fines de semana y que el casino necesitaría abierto al menos hasta las 04.00 o 05.00 de la mañana. "Necesitamos una operativa casi de 24 horas, pero hay tiempo para hablar de esto con los responsables", puntualizó el gerente de Cirsa.

La sociedad es optimista respecto a los resultados de la operación y prevén un fuerte impacto económico en la ciudad que elevan a 30 millones de euros anuales de ingresos haciendo un cálculo del gasto medio por visitante y el volumen de público que confían en captar. "El cliente de casino tiene un perfil con un gasto medio importante y gran parte lo realiza en la oferta hotelera y de ocio de la ciudad", precisó Pérez.

Legalmente la sala de Vigo será una sucursal anexa al Casino La Toja, pero los propietarios apuestan por impulsar Casino de Vigo como marca comercial para diferenciarse. Avanzan que tendrá el máximo de juegos que permita el catálogo autonómico con mesas, apuestas y máquinas en una sala de alrededor de 700 m(2) que se completará con oferta de hostelería y espacios comunes y de servicios exigidos por la normativa del sector.

El acuerdo con Zona Franca queda ahora pendiente de materializarse hasta lograr las licencias de Urbanismo para la obra y la autorización de la Vicepresidencia de la Xunta, que llegó a modificar el reglamento de los salones de juego en Galicia para poder autorizar una sala anexa del establecimiento de O Grove dentro de la misma provincia.