Menos mal que patrones de la flota de bajura como_Julio Alonso avisaron a tiempo, porque de no ser así, sus barcos y otros buques atracados en esta dársena interior de Bouzas acabarían aplastados por el dique flotante de la filial de OHL -en la imagen-, de 60 metros de eslora por 36 de manga y 50 de altura. El fuerte viento que soplaba ayer tarde rompió uno de los noráis con los cabos que sujetaban al muelle la mastodóntica estructura abocándola a una peligrosa deriva que solo pudieron frenar los remolcadores. Por fortuna, el incidente no causó daños personales y tampoco materiales salvo el de la sujeción arrancada. Pasadas las ocho de la tarde, el imponente Sato Levante quedó atracado cerca del lugar del que lo arrancó el fuerte viento, aunque por seguridad, un remolcador tenía previsto permanecer de madrugada en la zona.