El Concello presentó en la tarde de ayer un informe técnico a la modificación puntual del PXOM de Mos para acoger la futura ciudad deportiva del Celta. En concreto, el gobierno municipal cuestiona la superficie destinada para la zona comercial -más de 120.000 metros cuadrados- y el tamaño del estadio proyectado para su equipo filial -pasaría de los 4.500 espectadores actuales a los 11.000- . En un comunicado remitido por la Gerencia de Urbanismo, el ejecutivo municipal esgrime, entre otras cuestiones, que la reforma del PXOM, en la parte que afecta a los usos comerciales, "no es compatible con el uso racional del territorio, la sostenibilidad ambiental y daña las finanzas de la ciudad de Vigo" por la demanda que hace de servicios e infraestructuras a la urbe olívica. Además, desde Praza do Rei apuntan que esta modificación del Plan Xeral "no se ajusta enteramente a derecho".

La posibilidad de construir un gran centro comercial junto a los campos de fútbol permitiría al Celta recuperar la gran inversión que tendrá que afrontar para levantar todo el complejo. Sin embargo, el tamaño del mismo se encuentra con las reticencias del ayuntamiento vigués, que señala que incidiría negativamente en el comercio de proximidad de la ciudad y en las diferentes áreas comerciales previstas en la urbe olívica.

Los estudios realizados conjuntamente por el Celta y el Ayuntamiento de Mos estiman que cerca de diez millones de personas pasarán a lo largo del año por alguna de las instalaciones construidas, y el 90% lo harán atraídas por el gran centro comercial, mientras que el resto irán a ver los entrenamientos y partidos de las diferentes categorías.

Además, el Concello recuerda en su informe que mantiene un convenio con el equipo vigués para la utilización de las instalaciones deportivas de titularidad municipal que deberá concluir, en los próximos meses, en una concesión del estadio de Balaídos una vez que una consultora externa realice un estudio económico sobre su viabilidad. Desde Praza do Rei emplazan a las partes implicadas a resolver las diferencias técnico-jurídicas de una actuación que "trasciende los límites del término municipal de Mos afectando al Ayuntamiento de Vigo".

Entre las objeciones técnicas presentadas destacan las que apuntan a las infraestructuras y servicios que solicitan de Vigo, tales como el abastecimiento de agua, la red de conexiones viarias o el transporte urbano para llegar a la futura ciudad deportiva. Para el Concello "entrañan serias dificultades de cumplimiento".

Hay que recordar que el análisis de demanda elaborado por el Consistorio de Mos advertía sobre la necesidad de reforzar el transporte público, sobre todo desde el centro de Vigo, donde se prevé una mayor demanda de usuarios. Para el municipio mosense era una oportunidad "evidente" de mejorar el servicio en una zona en la que se encuentran importantes equipamientos públicos como el Hospital Álvaro Cunqueiro o el Parque Tecnológico (PTL) de Valladares.

El Concello también cuestiona la capacidad del estadio para el equipo filial. Según su informe, el actual campo, ubicado en Barreiro, tiene un aforo para unos 4.500 seguidores, mientras que el de Mos se iría hasta los 11.000 solo con las tres gradas proyectadas. A mayores, el comunicado remitido por Urbanismo especifica que tanto el mini-estadio, los cuatro campos de fútbol de hierba natural, los dos de césped sintético, la zona de preparación específica de porteros, las pistas de tenis y pádel, la clínica de medicina deportiva, la residencia para los jugadores y entrenadores y el edificio de oficinas demandado por el Celta podrían ubicarse en suelo vigués sin necesidad de modificar el PXOM vigente, sino a través de un Plan Especial de Dotaciones de la Ley 2/2016, del 10 de febrero, del suelo de Galicia.