Todo está listo en Barreras para la entrada en vigor del contrato de un nuevo ferri para Armas de más de 190 metros de eslora. El astillero vigués tiene prácticamente cerrado el esquema de financiación y la firma definitiva del contrato es inminente, según ha podido saber FARO. Tanto es así que la propia factoría de Beiramar tiene previsto comenzar esta misma semana el corte de chapa para esta nueva embarcación de la naviera canaria, que podría ser la primera propulsada por Gas Natural Licuado (GNL) que se construya en la ría de Vigo.
"Mañana [por hoy] puede ser un gran día", reconocieron ayer fuentes del astillero a este periódico, que matizaron que se sigue trabajando en la financiación del barco. El contrato, que lleva meses negociándose, está muy avanzado y en la factoría confían en que entre en vigor esta misma semana, lo que supondría un nuevo empujón a la recuperación de Barreras, que acaba de estrenarse en el segmento de los cruceros de lujo con la naviera The Ritz-Carlton Yacht Collection y ha presentado ofertas para otros buques similares a navieras europeas.
Armas fue durante muchos años -sobre todo en la primera década del siglo XXI- el mejor cliente de Barreras, que construyó al menos 8 de sus ferris dentro del proceso de renovación de flota. De las gradas de Beiramar salieron colosos como los Volcán de Tinamar, Volcán del Teide, Volcán de Tijarafe, Volcán de Tamadaba, Volcán de Taburiente o Volcán de Timanfaya, todos en activo y de más de 140 metros de eslora. La relación entre la naviera y el astillero se enfrió a partir de 2011, coincidiendo con la crisis ya superada del propio constructor naval vigués y la suspensión del antiguo sistema de bonificaciones fiscales que utilizaba el sector para competir en precios, el viejo tax lease.
Desde entonces, Armas ha preferido renovar su flota de superfast fuera de España (en astilleros de Australia, por ejemplo) y en cuanto a ferris su primera opción fue Armón Gijón (la antigua Juliana), como recogió FARO. La firma asturiana firmó en agosto de 2016 el pedido de un primer barco de 182 metros de eslora con opción de compra de dos unidades más que supondría su estreno en este segmento de buques para el transporte de pasajeros y vehículos. Pero el contrato no llegó a entrar en vigor debido a varios factores como la necesidad de dragar la zona de botadura y maniobra para poder construir un buque de estas dimensiones y a que Armas cambió el proyecto del barco para que utilizase como combustible GNL, dentro de la política de las navieras de reducir su huella de carbono (Bruselas también aporta financiación para construir buques ecológicos). Esta modificación obligaba a aumentar el tamaño del ferri, lo que descartó la posibilidad de construirlo ya en Gijón. Barreras, con mayor capacidad de eslora y manga y una honda relación de décadas con la mayor naviera canaria, logró arrebatarle finalmente por este pedido.
