No ha sido fácil, pero más de una década después de que el Casino La Toja pusiera sus ojos en la ciudad de Vigo para abrir una sala de juegos, la sociedad propietaria del recinto de O Grove acaba de cerrar un acuerdo con el Consorcio de la Zona Franca para ubicar su ansiada sucursal en uno de los locales que permanecen vacíos en el Centro Comercial A Laxe. Pese a las dificultades normativas que impedían un segundo casino por provincia, la escasez de inmuebles con las dimensiones suficientes y la caída del Plan Xeral a finales de 2015 que frenó alguna de sus propuestas, los dueños han mantenido su proyecto para ubicar en el centro de la urbe olívica una sede que atienda al mercado potencial que advierten en todo el sur de la provincia y que atraiga a clientes del norte de Portugal. El presidente del Grupo Luckia, José González Fuentes, trasladó ayer el acuerdo y confía en poder presentar el proyecto definitivo en el plazo de un mes con los detalles concretos de la inversión prevista para Vigo y los puestos de trabajo que será necesario cubrir entre la oferta de juego y la de hostelería.

El proyecto se garantiza de esta forma una sede física en un enclave muy transitado por turistas, pero su ejecución queda ahora supeditada a las autorizaciones de Vicepresidencia de la Xunta, con competencias en materia de juego, y a las licencias urbanísticas que debe proporcionarles el Concello. El local elegido tiene 1.700 metros cuadrados y estaba ocupado hasta hace unos meses por la firma gallega Adolfo Domínguez. Se encuentra en la primera planta de A Laxe, frente a las escaleras mecánicas más próximas a la Estación Marítima. El acuerdo se firma "por varios años" con voluntad de "estabilidad" y al tiempo que despeja el camino al casino vigués también supondrá un refuerzo importante de la oferta del centro comercial donde ahora hay varios negocios cerrados.

La normativa del sector es bastante estricta respecto a las exigencias de servicios, vestuarios, salas de descanso, de reunión del personal y otros equipamientos interiores, por lo que los promotores de la actuación estiman que la sala de juego propiamente dicha "rondará los 600 o 700 m(2)", un espacio que consideran suficiente para un establecimiento que dependerá legalmente de la central de O Grove.

"La oferta de juego se completará con un bar y un pequeño restaurante para atender a los clientes", apuntan desde Luckia, propietaria junto a Cirsa del Casino La Toja. Además de su ubicación próxima al Casco Vello, a la zona de restauración del Náutico y al hecho de estar integrado en un inmueble con un amplio aparcamiento que facilite la accesibilidad a la sala, otro de los factores que se han tenido en cuenta para elegir este espacio es su proximidad al Muelle de Trasatlánticos por ser los cruceristas clientes potenciales que de tener que trasladarse más al interior de la ciudad igual se perderían.

Vigo tendrá casino: un proyecto que barajaba cinco ubicaciones

La sociedad está satisfecha con la elección del espacio y trata ahora de cerrar todos los detalles de la operación. En el año 2015, cuando tenían sobre la mesa hasta cinco ubicaciones alternativas y se barajaban bajos de alrededor de 3.000 m(2), el doble de lo actual, se llegó a cifrar entre cinco y doce millones la inversión necesaria, pero las cifras tendrán que ser actualizadas al tratarse ahora de un local más pequeño y dotado ya de todos los servicios básicos.

"Vimos muchos espacios en Vigo. No fue una tarea fácil en absoluto y creemos que esta es muy buena zona", valora González Fuentes que asegura que los técnicos que pondrán de inmediato a redactar un proyecto para iniciar la tramitación en el plazo de un mes. Por ahora es cauto y hasta la confirmación de los permisos autonómicos y municipales prefiere no dar fechas de apertura.

El nuevo Reglamento de casinos de juego de Galicia que ampara este proyecto en Vigo se aprobó hace dos años, pero los dueños del Casino La Toja llevan más de doce sondeando alternativas como lo fueron en su día los bajos del hotel Samil, edificios históricos junto a la Alameda y se llegó a hablar también del local que ocupa el Círculo de Empresarios de Galicia en García Barbón. Siempre mantuvieron vivo el proyecto pese a las dificultades urbanísticas por entender que "hay mercado suficiente para dos sedes" en Pontevedra y que la nueva sala "generaría riqueza" en Vigo por su poder de atraer clientes de fuera del municipio.