El bricolaje vigués triunfa en los Estados Unidos. Micatón, un proyecto que nació en 2010 y se desarrolló en 2015, ha conseguido superar el medio millón de dólares en su tercer crowdfunding en tierras americanas. La idea partió de la unión de dos jóvenes ingenieros que llegaron al Círculo de Empresarios con un dispositivo que se acopla de forma universal a destornilladores y puntas de atornillador para obtener 60.000 euros de inversión. Se llevaron el doble y media docenas de socios más que proyectaron el producto a todo el mundo. Hoy en día la compañía tiene un valor de más de dos millones y medio de euros y está implantada en más de ochenta países. "La mitad de nuestras ventas son en EE UU, pero tenemos mucho mercado en Asia", señala Manuel Montes, director general de la compañía, que reconoce que España es un mercado "casi residual" para ellos.

En esta última campaña de micromecenazgo han conseguido 112.000 dólares, algo menos de lo inicialmente previsto. "Presentamos una novedad a toda la comunidad Kickstarter y ellos apoyaron el proyecto porque lo consideraron interesante. En esta ocasión les mostramos el nuevo producto, que taladra, atornilla y clava. Recibimos una inyección económica de más de 1.000 pequeños inversores de todas las partes del mundo", comenta.

Los dos crowdfundings anteriores fueron todavía mejores. En la primera ocasión presentaron su primer prototipo en la misma plataforma y lograron 130.000 dólares. Poco después repitieron la operación en Crowdcube, donde anunciaron la transformación y adaptación de todos los formatos y sus tipos de cabezales al mercado americano. Ahí consiguieron 275.000 dólares. "Al llegar a esa cantidad se cerró la caja, pero podríamos haber conseguido bastante más", apunta el director general, que agradece el apoyo e interés de los pequeños inversores. "Supone un aval importantísimo y demuestra una confianza muy grande. Ellos nos pagan ahora y nosotros les entregamos el producto dentro de seis meses", apostilla. Próximamente lanzarán una cuarta compaña con su última novedad en Indiegogo, competencia directa de las dos anteriores y donde pretenden lograr 150.000 dólares.

La confección del producto se divide en dos localizaciones. En Asia consiguen la materia prima y la fabricación y ensamblaje la culminan en Porriño. "Queremos mostrar que desde Vigo se pueden lanzar proyectos con carácter internacional. Estamos vendiendo en 80 países y tenemos mucha aceptación en lugares tan dispares como Filipinas, Emiratos Árabes Unidos o Países Bajos", indica Montes. Actualmente su plantilla está formada por ocho empleados directos y diez indirectos.

La buena salud financiera de la compañía está acompañada de premios y reconocimientos. En 2015 les dieron el galardón al "mejor invento" en la feria Ferroforma de Bilbao, una de las más importantes de Europa en el sector. En el mismo lugar consiguieron hace unos meses el distintivo a la "mejor innovación". Es su capacidad de seguir creando herramientas originales la que les ha llevado a cerrar el 2017 con un millón y medio de unidades vendidas y una facturación superior al medio millón de euros.