Decenas de personas participaron ayer en Coruxo en la campaña de reforestación puesta en marcha por Abanca, Unha árbore nova, que arrancó con la plantación de 600 árboles en la parroquia viguesa y que tiene como objetivo repoblar los montes con 6.000 ejemplares en distintos municipios para ayudar a recuperar las zonas quemadas por los incendios del pasado octubre.

Gonzalo Mora, del departamento de Responsabilidad Social Corporativa de Abanca, explicó que esta iniciativa se desarrollará durante varios fines de semana. El próximo será el turno de la parroquia de Chandebrito, en Nigrán, y de A Coruña; y la siguiente será en el mes de abril en Ourense, y "probablemente" en Lugo. Tras ello, la campaña de reforestación se reanudará en otoño -octubre o noviembre- por cuestiones técnicas, para que las condiciones sean "otra vez propicias" para la plantación.

La replantación se realiza con especies autóctonas, "que son las que tienen que estar y las que dificultan después que, cuando hay un problema de incendio, se propague". En concreto, se están plantando castaños, cerezos, fresnos, pinos y robles. El presidente de la Comunidad de Montes de Coruxo, Antonio Ocampo, recordó que en los fuegos de mediados de octubre ardió el 90 por ciento de la superficie forestal de este entorno, ocasionando unas pérdidas económicas de 1,6 millones de euros. No obstante, apuntó que "el problema y lo más importante es que hay que pensar en el cambio climático".